La jugadora de ADIP que cautivó los sentimientos del mejor del mundo

Felicitas Flores Mussi tiene ocho años. Le dedicó un mensaje y Messi respondió. Felicitas atendió junto con su familia a diario Hoy, en una charla distendida para conocer una linda historia de vida.

Felicitas baja la pelota con gran calidad y la pone debajo de la suela, con estilo de crack. Luego, deja en claro su talento para los jueguitos. Jugadora de la Sub-10 de ADIP y con pasado en Estudiantes de La Plata, la chiquita de ocho años y oriunda de Berazategui se hizo viral mediante sus videos donde deslumbró al público futbolero.

Su sueño: ser futbolista y conocer a un tal Lionel Messi, que en el día de ayer le contestó un mensaje en redes sociales. En diálogo con diario Hoy, la pequeña y su familia hablaron de todo.

Hija de María Victoria Mussi y Maximiliano Flores, “Feli” comenzó a jugar al fútbol cuando tenía dos años, por curiosidad y luego de ver a su hermano Federico. Su destreza, su habilidad y su pasión por el fútbol hacen que la chiquita sueñe con algún día vestir la camiseta de Argentina.

“A mí, ver mucho fútbol no me interesa, soy más de jugarlo. Solo veo cuando quiero”, comenzó señalando Feli. Y consultada por su estilo de juego, no dudó ni un instante en responder: “Lo que más me gusta es gambetear. A mi hermano lo gambeteo mucho y le meto caños (risas)”.

Cuando tenía 2 años, la “Mágica”, como la apodan, se metió en la clase que tomaba su hermano. A medida que pasaba el tiempo le dieron una pechera y una pelota. La dejaron participar al principio, en la parte recreativa de la clase. A esa edad ya le regalaron sus primeros botines. “Para nosotros siempre fue tan natural que nunca nos pusimos a pensar en los prejuicios. Ella quería botines y le compramos, quiso ir a jugar y la llevamos”, explicó su padre a El Clásico.

Así llegó a Estudiantes de La Plata, donde la recibieron con los brazos abiertos y la ayudaron a crecer en términos futbolísticos. Debido a la pandemia, la pequeña y su familia decidieron dejar al elenco Pincha para jugar en ADIP, un club más barrial que tiene una gran estructura de fútbol femenino.

Es innegable que pese a la evolución del fútbol femenino que hubo en los últimos años a nivel mundial, todavía sigue siendo muy difícil acceder para las mujeres, sobre todo para las más pequeñas. El apoyo de la familia es fundamental. Mientras tanto, “Feli” rompe tabúes sin pensarlo, sigue jugando en su casa, practicando lo que más le gusta: gambetear. Un sello propio que habla por sí solo.

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