Santa Ana: fundado hace 24 años por un matrimonio
¿Existen los genios? Sí, claro. Y no solamente los que surgen de la universidad, como algún
científico. Tampoco hace falta medalla de oro ni dinero a cambio para que la genialidad surja. Es el amor mismo como el que desde hace 24 años Martina Domínguez, misionera nacida en 1954 en Concepción de la Sierra, les da a los niños de un barrio de Melchor Romero.
Junto a su marido, el santiagueño Carlos Rodríguez, cantor y bohemio, fundaron el club Defensores de Santa Ana en la década del 90.
¿Cómo arrancó todo? Martina, quien contó con la ayuda de su hermanoy su tía, Daniel Domínguez y Albertina Batista, respectivamente, lo describe de la siguiente manera: “Llevábamos a chicos de la zona a jugar a La Granja. Al haber tantos nenes, pensamos en fundar un club.
Junto a una amiga del barrio, Julia Borda, en las primaveras íbamos de Paseo al Bosque, hasta que un día nos animamos y ella me dijo: Yo te consigo cancha. De esa manera, llegamos a 520 y 153, donde estamos hasta el día de hoy”.
Esta mujer de gran empuje incluso hoy sigue firme, pese a que su pareja se repone de un problema de salud. “No aflojaremos, porque él es un enamorado de esto. Ya está mejor y se las
arregla para venir de local”, indicó.
Hace casi 25 años salieron a la calle con un simple cuaderno, invitando a los pibes a jugar a la pelota. “No importaba si sabían jugar. Empezamos ese primer año con juveniles en cancha de once (tres equipos) y en Infantiles (siete)”, concluyó Martina.