Una de las caras más recordadas de la televisión,
que se mantuvo al margen por más de una década, se volcó al teatro y espera la oportunidad
de encarnar mujeres fuertes y decididas.
Tras 13 años de ausencia en televisión, la actriz española Amparo Larrañaga regresa de la mano de AtresPlayer Premium Internacional con Los hombres de Paco, emblemático ciclo de la televisión española protagonizado por Paco Tous (Moscú de La casa de papel) y Pepón Nieto, entre otros.
Diario Hoy dialogó con la actriz, recordada por Julia de la mítica Media naranja, que ahora encarna a Dolores en esta serie producida por Atresmedia TV en colaboración con Globomedia (The Mediapro Studio).
—Seguramente estaba en tu ADN la actuación como posible horizonte, pero ¿cuándo supiste que ibas a tener esta carrera?
—Al ser mis abuelos, bisabuelos, padres, hermanos, todos actores, yo ya estaba metida en ese mundo y en un principio no quería dedicarme a eso, de niña y adolescente, pero luego vivi un tiempo con mi abuelo y me metió el veneno del teatro en el cuerpo, y a los 15 años decidí empezar. Hoy tengo 58 y no paré nunca un día de hacerlo.
—Sos parte de Los hombres de Paco, que se verá por streaming en Argentina y se vive un boom de series en plataformas. ¿Es lo mismo para ti que la televisión?
—Es diferente, porque, vamos a ver, cuando hacía teatro, cine o televisión antes, se grababa, pasaba un año para que salga, veías luego la repercusión en la audiencia. Ahora es distinto y todo es pensado para los jóvenes, que ven todo en el móvil o la tablet, pero la gente más grande la tiene complicada para acceder. Se hace mucho más producto, pasan de moda mucho más rápido, la gente se cansa más rápido, algo completamente distinto a la televisión cuando antes había dos señales, y luego se sumaron más. Es difícil permanecer, son unos pocos, como Mario Casas, que lleva siendo una estrella hace más de 15 años, y empezó siendo un niño.
—¿Cómo fue sumarse a un programa emblemático como Los hombres de Paco y luego de 13 años de no hacer televisión?
—Llevaba 13 años sin hacer televisión, estaba dedicada al teatro, a la empresa con mis hermanos, había hecho mi última serie y decidí dedicarme a esto, sí me llamaban para proyectos y a veces o no me gustaba o no podía coordinar con el teatro, era imposible. Durante estos años he vivido sin dejar de trabajar, pero alejada de la televisión y ya pensaba que no iba a hacer nada más en la televisión. En pandemia cerramos el teatro, nos quedamos parados, y me llamaron para el proyecto, me mandaron los guiones, me dijeron que si no me gustaban no pasaba nada, y supe que el personaje me iba mucho, y me sumé sin dudarlo. Me apetecía volver a trabajar con Globomedia, con Paco, con Pepón, que hicimos Periodistas hace tiempo, y lo he visto crecer de una manera única. Fue un conjunto de cosas que me pilló sin hacer teatro, parada en casa y no pude decir que no.
—¿Cómo fue el proceso para componer el personaje, que además dialoga con el momento actual de empoderamiento femenino?
—Dolores me pareció una mujer fuerte, una Coronel del Ejército Español que ha estado en conflictos, ahora está en otro lugar, siendo jefa de equipo, jefa de unidad, y me encanta ir ganando terreno en las series, que no sean la madre de, la mujer de, sino profesionales por sí mismas, y yo ya lo he hecho siempre, he sido médica, periodista, directora de un periódico, siempre me han dado mujeres profesionales.
—Aquí tenemos presente siempre a Julia de Media naranja, que se vio en los años 90. ¿Cómo recordás ese personaje?
—Ese personaje para mí fue una revolución y habla también de cómo se hacía la televisión antes, porque Media naranja la escribió Rosa Montero, no sobre la marcha, llegó con los 13 guiones, se los compraron y nos eligieron a mí e Iñaki Miramón para hacerla. Julia era una mujer que cargando aun con su familia como cargaba, era capaz de ser más fuerte que su vecino de arriba, era capaz de hacer lo que hiciera falta, ese personaje para mí fue muy importante y no se hizo una segunda parte porque Iñaki no quiso, pero hasta llegamos a tener la idea de hacer, aunque luego se paró, una producción con Julia y dos mujeres más, y claro que no hace falta que te cuente que dijo Rosa Montero.
A mí me dieron el premio TP que era el más importante de televisión de ese momento y me dio hasta vergüenza de ir a buscarlo porque había actrices increíbles en televisión, y yo con mis 22 años era demasiado para mí. La serie fue una revolución, la primera serie de 30 minutos, feminista, moderna, divertida, y arrasó, y fue lo que lanzó mi carrera realmente.
—¿Cómo sigue el año de trabajo y el teatro?
—El año para mí está perdido, lo que se puede hacer en España es retomar aquellas cosas que estaban listas, pero hacer cosas nuevas es imposible, es un gran riesgo, porque generar un nuevo montaje, invirtiendo, y la gente luego no vaya, porque tiene miedo, con el aforo permitido, es imposible. Aquí el teatro no está tan protegido.