entrevista

Andrés Gil: “Al actuar te volvés más verdadero en la vida”

Recordado por Patito feo, Simona y Separadas, además de Limbo, la exitosa serie protagonizada por Clara Lago, hoy estrena El fin del amor junto a Lali.

En Limbo, serie exclusiva de Star+, creada por Mariano Cohn y Gastón Duprat, dirigida por Agustina Macri y protagonizada por Clara Lago, Mike Amigorena y ­Esteban Pérez, Andrés Gil encarna a Marco, un reconocido modelo que se hizo famoso por ganar un popular programa de talentos.

Diario Hoy habló con Gil en exclusiva sobre su personaje, en una serie distinta que ya tiene confirmada su segunda temporada. En Limbo Gil es Marco, un joven que, a pesar de quererlo, no consigue tener pareja fija, ya que su profesión lo hace estar siempre muy expuesto y eso le juega en contra. Sordo de nacimiento, se comunica únicamente con lenguaje de señas. Conoce a Sofía (Lago) en un evento de la fundación para hipoacúsicos en la que ambos son donantes activos, y conectan de inmediato, aunque cada uno vio en el otro algo diferente. Para Sofía, Marco es un amigo entrañable, un ­hermano menor y el mejor compañero de fiestas.

—¿Sensaciones que finalmente la serie se estrenó y no sigue en el “limbo”?

—Felices, con mucha ansiedad de ver cómo lo recibe la gente, eso me intriga mucho.

—¿Qué trabajo hiciste con Clara y Geena para que la amistad que se vea entre ustedes trascienda la pantalla?

—Qué bueno que sea real, primero hay muy buena onda y la hubo desde el principio, yo no las conocía a las chicas, en ese entonces al menos. Para mí fue dejarme llevar y conectarme con la energía de ellas y crear en el momento, porque a veces uno llega con idea sobre lo que va a ser el rodaje, y llegas ahí y te encontrás con energías distintas, y eso, combinado, lo hace más superador a lo que uno imaginaba.

—La serie habla de inclusión, de vínculos. Ahora ya viéndola, ¿qué fue lo que más te gustó de Limbo?

—A mí lo que me pasó cuando la vi es como una especie de ensueño en el cual uno entra y cuando tenés el código te sentís como en una especie de limbo. Al menos a mí me pasó, porque es un viaje interno de la protagonista, de lo que le pasa a nivel existencial con su familia, de dónde viene, qué viene a romper después de tantos años, quién es realmente su padre. Creo que todos se van a sentir identificados con la crisis existencial que tiene, yo, que tengo la misma edad que ella, al menos eso me pasó.

—A la hora de construir un rol, ¿sos de juzgar a los personajes?

—Intento no hacerlo, sino entenderlo, por qué hace lo que hace, y lo que siempre enseñan en las clases de actuación es eso. Algo muy lindo de actuar es enfrentarse a esos demonios, porque te permite hacer catarsis, por eso creo que todos deberían actuar, aunque todos actuamos, siempre. Al actuar te volvés más verdadero en la vida.

—¿Qué locuras hiciste por un amigo? De lo que se pueda contar, claro...

—Más de una, seguramente, pero no sé, viajé para acompañar a amigos en momentos complicados y suspendí cosas mías para estar ahí bancando, es lo primero que se me ocurre.

—¿Por qué hay que ver Limbo?

—Es una experiencia transformadora, el que arranca viéndola no es el mismo cuando termina, a todos nos atraviesa porque toca temas que son existenciales para todos.

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