Benny Benassi, el padre de la electrónica moderna

Quince años atrás, el DJ italiano lanzó al mercado el hit con el que se hizo conocido, Satisfaction. En diálogo con este medio, habló de su carrera y se refirió al género musical que no deja de reinventarse

A principios del nuevo milenio, una camada de DJ encabezada por figuras como el holandés Tijs Michiel Verwest, conocido popularmente como “Tiësto”, o Marco Benassi, bajo el pseudónimo de “Benny Benassi”, marcaron un cambio de época para la electrónica. Cada uno dentro de su estilo, haciendo caso omiso a los detractores del género, quienes afirman que “son todos lo mismo”, revitalizaron un estilo musical que no solo se ha fortalecido, sino que ha vuelto a cruzar sus fronteras con el pop y el rock, como en los casos de The Weeknd o Bruno Mars.

De la mano de Satisfaction, Benny Benassi se convirtió en un fenómeno mundial y le valió visitar el país en 2004. A quince años de su primer éxito, el DJ nacido en Italia habló de su trabajo y de cómo ve la industria musical en la actualidad, donde los compositores deben adaptarse a los tiempos que corren. “La gente solo va a descargar o escuchar las canciones que quiera. De algún modo, los discos son menos importantes”, opinó.

—Pasaron casi quince años de tu comienzo, ¿dónde sentís que cambiaste más tu estilo?

—Sería un problema si no hubiera evolucionado. No sé en qué género estoy, cambia bastante seguido, pero siempre es una variación de la música house. Con Alle Benassi, mi primo y socio, nos dejamos influir por las cosas que pasan a nuestro alrededor, pero no estamos desesperados por hacer lo que está de moda.

—¿Qué te genera tu hit Satisfaction?

—Fue muy importante para mí, estoy muy orgulloso de esa canción, no puedo creer que todavía siga sonando. Cuando la creé, supuse que la iban a pasar en los boliches, pero nunca imaginé que iba a cambiar mi vida y mi carrera. Me permitió viajar por todo el mundo, y eso es un privilegio.

—Sos como el padre de una generación de DJ, ¿qué te genera ser una inspiración para tantos?

—Es lindo, me siento afortunado. Me gustaría seguir haciendo lo que hago, por lo menos hasta que me dé cuenta de que ya no conecto más con la gente. Si ese día llega, me dedicaré a andar en bicicleta, cocinar y cuidar mi jardín (risas).

—Estamos en una época en la que los singles son más comunes que los discos, ¿cómo influye esto en tu música?

—Aunque lances un disco en iTunes, Spotify o cualquier sitio, la gente solo va a descargar o escuchar las canciones que quiera. De algún modo, los álbumes son menos importantes. Personalmente, me gusta la idea de lanzar un grupo de temas en formato de disco, porque algunos quizás generen un gran clima, aunque no estén hechos para ser sencillos radiales o de boliches. Por eso, creo que un álbum es el mejor lugar para ponerlos.

—¿En qué estás trabajando ahora?

—Estoy en modo de composición. Con Alle Benassi estamos experimentando nuevas canciones y sonidos. Además, colaboro con otros productores. 

—¿Cómo organizás tus giras?

—Por lo general, me quedo en Europa todo el verano. El resto del año estoy centrado en Estados Unidos y algunos otros países, de acuerdo a cómo se vayan dando las cosas.

—Estuviste en la Argentina en 2004, ¿pensás volver? ¿Qué músicos de nuestro país conocés?

—Tengo muchas ganas de volver a Sudamérica el año que viene. ¿Músicos argentinos? Tienen mucho para estar orgullosos, desde Astor Piazzolla hasta Hernán Cattaneo.

—¿Qué DJ actuales admirás? 

—Hay muchos que, de alguna forma, fueron una influencia para mí. Al principio eran productores de música electrónica, como Giorgio Moroder, y después algunos que trabajaron desde el anonimato, como Carl Cox y Paul Oakenfold. Aprendí lo que podía hacer con una mezcladora cuando empecé a escuchar a Erick Morillo. Ahora me gusta la energía de chicos como Skrillex, Afrojack y Congorock.

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