Daniela Viaggiamari: una artista de todas las canchas

Ella es cantante, actriz y humorista. Además, trabaja en radio y televisión. En la actualidad produce videos de la vida cotidiana junto a Isabella, su hija, para luego publicarlos en las redes sociales, donde son un éxito

Durante su juventud planificaba ser perito en papiloscopía, porque siempre le fascinaron las películas y series policiales, como todo lo que tuviera que ver con descubrir e investigar. Pero el destino de Daniela Viaggiamari  tomó otro derrotero. 

Una tarde, junto con sus compañeros de la secundaria participó del segmento Yo sé del recordado programa Feliz domingo, en el que los adolescentes competían por premios que iban desde electrodomésticos, hasta el ansiado viaje a Bariloche. Y como consecuencia de esa participación, Pablo Codevilla la convocó para trabajar en algunas producciones destinadas al público juvenil. Desde entonces, nunca más dejó de trabajar en los medios de comunicación. 

En la actualidad, esta artista multifacética comparte escenario con Cacho Castaña, uno de los cantantes más reconocidos de todos los tiempos, en las giras y en los shows de Café la Humedad. También tiene dos programas de radio de diferentes emisoras porteñas.

Desde hace algunos años, esta actriz tiene una presencia activa en redes sociales como Twitter e Instagram, donde, a través de numerosos videos  de su serie @bipológica y otros clips en los que teatraliza escenas cómicas junto con Isabella, su hija de tres años, encontró una nueva manera de comunicar, corriéndose de la formalidad de los medios y de la superficialidad estética femenina. En sus producciones se la visibiliza sin filtro, genuina y cada uno de sus posteos en Instagram tiene más de 80.000 reproducciones.

A través de una entrevista con este medio, la artista se expresó sobre el camino recorrido, el presente profesional junto a Cacho Castaña y el éxito de sus videos en las redes sociales.

—Bailás, cantás, actuás, hacés radio, casi no te queda nada pendiente. ¿Se puede vivir del arte?

—Se puede. Es una montaña rusa:  bajas, subís, pero si te la rebuscás, podés. 

—¿Cómo surgió la idea de hacer una serie de videos sobre la rutina diaria con Isabella? ¿Sos consciente de las risas que generan y de que son virales en todo el país?

—Isabella, mi hija, es un personaje. Además, estamos juntas las 24 horas del día, y cada vez que intentaba producir algún video, ella se metía en el medio. Así que un día la dejé y la gente la amó, porque es imposible no hacerlo.

—¿Cómo es la experiencia de trabajar sobre los escenarios junto con Cacho Castaña?

—Es una oportunidad hermosa. Durante todos los fines de semana, nos presentamos en el Café la Humedad y estamos junto con las damas y caballeros del tango, todos elegidos por él. 

Además, cuando Cacho tiene algún show, suelo acompañarlo. Esta experiencia, para mí, es un sueño hecho realidad y es un honor estar al lado de semejante personaje. 

—¿Cuáles son las debilidades y las fortalezas del trabajo en el mundo artístico?

—La falta de constancia es algo que me molesta. Es un ambiente donde hay mucho talento sin laburo y escasas oportunidades, y es por eso que se hace tan competitivo. Pero supongo que será algo parecido a lo que sucede en otros espacios como, por ejemplo, en Tribunales. La fortaleza y lo maravilloso de este ambiente los encuentro en la empatía con el público: no hay nada más lindo que saber que hay gente a la que le levantás el ánimo, personas que se emocionan cuando consumen lo que hacés. Es impagable saber que la gente sonríe cuando mira un video tuyo o te escucha en la radio. 

Noticias Relacionadas