Diane Keaton, una talentosa en la búsqueda eterna del amor
En un repaso histórico por los ciclos, personajes y figuras que marcaron un momento de la farándula internacional, diario Hoy recuerda la intensa trayectoria de la actriz de Hollywood.
Con esfuerzo y perseverancia, la actriz Diane Keaton construyó una carrera profesional en el séptimo arte, que la consagró como una de las preferidas de Hollywood por su desempeño como actriz y cineasta. Respecto de sus decisiones de vida, siempre estuvo abocada a la construcción de su trayectoria y es por ello que a sus parejas más importantes las conoció dentro de un set de filmación. Al respecto, en una entrevista concedida a la comunicadora y humorista Ellen Degeneres, comentó: “Yo sabía que no quería ser esposa de nadie ni madre demasiado joven; de hecho, los amores de mi vida no fueron mis novios sino todos los actores que besé en pantalla, porque con ellos no sentí nervios ni vergüenza, solo me entregaba a un momento mágico”.
Además, en la vorágine propia de los proyectos, la mujer que ahora tiene 72 años decidió iniciar los trámites de adopción para convertirse en madre a través de este método y así lo hizo. Sucede que a mediados de los años 90, le dio la bienvenida a la primogénita llama Dexter y seis años después llegó Duke. En este rol, Diane se definió así: “La maternidad me cambió para siempre. Es la experiencia más completa que jamás tuve. Estoy absolutamente involucrada en ella”.
A lo largo de su vida, Diane vivió un amor profundo con Woody Allen. Se conocieron cuando ambos audicionaron para la obra de teatro titulada Play it again, Sam en 1968. Allí el flechazo fue inminente y comenzaron a salir sin dudarlo. A pesar de que el amor estaba en los mejores momentos, la pareja decidió dar un paso más para convivir pero no del todo porque siempre surgían dudas. Además, ambos estaban dedicados a sus trabajos. También, Diane comenzó a transitar un trastorno alimenticio que fue enfrentado gracias a la confrontación y el inicio de un tratamiento con una terapeuta, que pudo sacarla a flote para encontrar la salud. Durante siete años este amor estuvo entre el arte y los trabajos sobre las tablas hasta que llegó a su fin. Es más, al llegar la disolución del noviazgo, Diane y Allen se convirtieron en excelentes amigos y este vínculo continúa hasta la actualidad. Incluso, hace unos años la hija del cineasta, Dylan Farrow, lo acusó por abuso sexual y pedofilia, mientras que Keaton lo defendió alegando que lo quería mucho y siempre lo defendería.
A finales de los años 70, Keaton estaba desocupada y aceptó el trabajo en Reds, una película escrita por el galán Warren Beatty, que databa sobre la vida del periodista y escritor John Reed. Sin embargo, nuevamente, el proyecto trascendió el set de rodaje y las estrellas comenzaron una relación amorosa, intensa pero breve. Mucho tiempo después afirmarían que la ruptura tuvo que ver con lo incompatible de sus caracteres y no porque él fuera un semental empedernido.
Con idas y vueltas, Diane puso su enfoque en seguir adelante y así se fijó en Al Pacino. Ya se conocían de vista pero y comenzaron a tener citas, pero para ese entonces estaban en diferentes sintonías. Es decir, cada uno tenía su pareja oficial aunque eso no impedía que compartieran proyectos de trabajo, salidas, viajes y hasta citas en diferentes partes del mundo.
Esta pareja que a su vez no terminaba de legitimarse como tal por diferentes razones duró varias décadas hasta que llegó a un punto final sin vuelta atrás. Sin embargo, en todos los años compartidos no faltaron las aventuras, el idilio y hasta una propuesta de casamiento por parte de Diane, por la que obtuvo una respuesta negativa.
Hoy también mantienen un vínculo cordial y así lo demostraron al encontrarse en una ceremonia por el aniversario del estreno de El padrino, que los consagró en su momento y hoy se muestran más que agradecidos.
En la actualidad, la mujer se dedica a la producción y dirección, aunque también suele aceptar roles pequeños en el séptimo arte. En lo personal, se interesa por la crianza de sus hijos pero no por volver a rehacer su vida en cuanto a relaciones de pareja.