Florencia Santucho: “Esta edición resiliente del FINCA va a poder sembrar nuevas esperanzas”

La directora tiene grandes expectativas puestas en la edición.

Hasta el 19 de junio se desarrollará en varias sedes de CABA el 7 Festival Internacional de Cine Ambiental (FINCA) y para conocer detalles de la edición hablamos con Florencia Santucho, su directora.

—Una edición más del FINCA, en un contexto complicado a nivel mundial, en todos los sentidos, ¿cómo te sentís un poco en poder llevarlo adelante nuevamente?

—Este año es particularmente difícil para todo el ámbito cultural, para las luchas socioambientales, de derechos humanos; pero también siento que hay muchísimas necesidades de unirnos y de volver a dar valor a los espacios como este, FINCA, y tantas otras organizaciones que necesitan reunirse para reflexionar sobre cuáles son los caminos que tenemos por delante y cómo poder trazar esos espacios también de reflexión crítica y propuesta concreta. Dentro de tantas dificultades, este FINCA está recibiendo mucho apoyo, mucho amor, muchos compromisos de parte de profesionales, de parte de jóvenes que sienten la necesidad de sostener este tipo de espacio de encuentro, de reflexión creativa. Así que a pesar de tantas dificultades, creemos que esta edición resiliente del FINCA va a poder sembrar también nuevas esperanzas.

—Estás recién llegada al país, pero viviendo en otro lugar. Seguramente tu mirada global permite enriquecer el festival y que no quede en algo muy puntual o ceñido a cuestiones locales, ¿verdad?

—Aprendimos en tantos años de trabajo que tenemos que dejar la posibilidad dentro del Festival de Cine Ambiental como el de derechos humanos. De encontrarse también con la dificultad y las diferencias para construir espacios comunes de intercambio y reflexión que permitan también ir por encima de la problemática, más directas. Que por supuesto en Argentina tienen que ver con este momento político, con el negacionismo, con las dificultades financieras, sociales, económicas que vivimos todos los días. Pero hay un contexto global que también es de derechización, en un contexto de pérdida de valores también, el de la conquista de la sociedad civil, de poner en discusión la crisis climática y las consecuencias de un sistema de producción. Así que hay un momento donde tenemos que vernos como parte de un conjunto, y la herramienta que tiene el cine es justamente la de poder hacernos empatizar con historias ajenas, pero generar también una idea de cómo podemos concretamente cambiar nuestros hábitos cotidianos y también cambios colectivos. Yo siento que Argentina sigue teniendo esa fortaleza de no bajar los brazos y de construir constantemente alternativas circulares a un modelo que evidentemente está apuntando a hacer perder todos los recursos naturales y la soberanía alimentaria de los pueblos.

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