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Guillermo Francella y Pablo Rago revelan detalles sobre la película Los conspiradores

En diálogo con Hoy, los actores brindaron información relevante respecto del proyecto cinematográfico que los unió y será estrenado el año próximo.

La película titulada Los conspiradores fue dirigida por Martino Zaidelis y protagonizada por Guillermo Francella, Pablo Rago, Andrea Frigerio, Guillermo Arengo y Carlos Portaluppi.

Esta entrega tendrá su estreno en las salas a inicios del año que viene. Relata cómo un experimentado piloto deberá acceder a realizar una complicada tarea para poder jubilarse de la empresa, configurando un intenso thriller.

“Fue un proceso hermoso que comenzó con la lectura de un guión hace años, y luego se fue postergando por la pandemia. Es un género que no había vivido ni explorado nunca desde lo interpretativo que es el thriller. Además, dirigido por Zaidelis, con quien teníamos una deuda pendiente de trabajo. Fue muy estimulante todo el proceso, los ensayos, algo muy identificable que le puede pasar a cualquier mortal, a vos, a mí, el cambio de vida en un segundo por un hecho fortuito”, afirmó Guillermo Francella en una charla con diario Hoy.

Asimismo, continuó: “Mi personaje es un piloto aeronáutico, un profesional de muchos años en su actividad, y por algo puntual le complican la existencia, entrando en una espiral de la que no se sale. Creo que la gente entrará en un feedback de identificación muy notable. Ya desde la lectura me pasó que no se detenía nunca, porque hay veces que hay ciertas mesetas, y como actor fue muy interesante el proceso”.

Por otra parte, habló sobre las situaciones que atravesó con la llegada del proyecto que se estrenará en el 2023: “No me habían llegado propuestas de este tipo, sí hice Atraco, que relataba el robo de las joyas de Evita en la Gran Vía, había algo de thriller y de movimiento policial y suspenso, pero era más de época, en España. Acá hubo otra cosa. Y si me llegó algún thriller no me había gustado tanto, o no vi lo que tiene esta propuesta, y la solidez del guión. En los ensayos “cascoteamos” el guión, le preguntamos y cuestionamos cada cosa, nos pusimos muy obsesivos, y cuando ves la verosimilitud que tiene en todo, desde lo interpretativo es fantástico”.

Lejos de mostrarse inhibido ante una propuesta de estas características, el también humorista vivió experiencias notables en relación a la cercanía con su rol y el oficio como aviador: “Fue todo muy fuerte, estar en el Jumbo, debajo del Jumbo, que es como un edificio, fue hermoso, con pilotos verdaderos que nos mostraron todo lo de la cabina, el hangar. La película tiene un gran trabajo de arte, de vestuario, vimos qué pasa detrás de todo ese universo que siempre vemos como pasajeros”.

También, Francella vaticinó su balance respecto al filme. “Ver un thriller con locaciones identificables, con sus actores, al público argentino le encanta, y verlo es hermoso, es notable, porque no te quedás afuera, nada es del otro, y las circunstancias del guión nos ha llevado a rodar en el aeropuerto de Barajas, con sus características, comparado con Ezeiza, donde rodamos de madrugada con inclemencias del frío, rodamos de noche porque es en el momento en el que te lo dan, lleno de extras. Recién me citaron una frase de Hitchcock sobre el suspenso que dice algo así: Es como si estuvieras en el sillón de tu casa mirando el televisor y debajo del sillón hubiera una bomba. El espectador sabe que está esa bomba, pero vos no. El suspenso de la complicidad con el espectador va a estar todo el tiempo en la película, me gustó transitar la historia porque está muy bien contada”, indicó.

Por su parte, Pablo Rago describió este reencuentro junto a Guillermo Francella en una cinta de primera línea: “Lo último que filmé fue en 2019, El robo del siglo y La noche mágica, y pasó mucho tiempo. Volver a trabajar con Guillermo es muy lindo, lo conozco hace muchos años. La primera vez que trabajamos fue en 1993, antes de Cristo (risas), y me encontré con un respeto de su parte, porque a pesar de ya haber trabajado juntos, encontrarme con alguien de su talla, me daba miedo, por eso se lo agradeceré siempre. Además de volver a trabajar con (la productora) 100 Bares, con quien hicimos Belgrano, El secreto de sus ojos, Vientos de agua, Metegol, siempre son proyectos interesantes”. Luego destacó qué características del proyecto lo sedujeron para aceptar y luego poner manos a la obra: “Leí el guión para otro personaje, me había encantado, todavía estaba haciendo temporada teatral en Carlos Paz, y a la semana me llaman para contarme de hacer a Saavedra, contrafigura del personaje de Guillermo y me di cuenta de que me gustaba más que el primero que me habían ofrecido. El desafío era mayor, con composición, más grande, sentí que tenía que aparentar mucho más grande, me teñí la cabeza, me dejé el bigote más largo, fue un desafío muy lindo cuando me contaron de este personaje. El disfraz es divertido, mi único maestro de teatro, Raúl Serrano, siempre decía que es importantísimo para los actores el disfraz, y las veces que eché mano a ese consejo me fue muy bien, como en Vientos de Agua, Mosca y Smith o Papeles en el viento”.

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