Hollywood asiste a una verdadera revolución feminista

Se sabía que luego de las graves acusaciones de acoso, abuso y violación que recayeron sobre Harvey Weinstein, las entregas de premios no iban a ser un evento más. Algo cambió para siempre, y el domingo por la noche, en los Globos de Oro, se pudo ver como nunca antes a las artistas más importantes de la industria decididas a transformar la historia, tomar las riendas, y dejar a un lado el silencio que imperaba ante hechos tan graves como los que se dieron a conocer el año pasado.

El 1º de enero salió a la luz un manifiesto firmado por más de 300 mujeres empoderadas de la industria que se unieron para luchar. Su primer objetivo fue impulsar una ley para penalizar y castigar a todas las empresas que permitan y toleren el acoso sexual. Además, buscarán la paridad laboral y salarial de género en todo lo relacionado con Hollywood y las agencias de talentos de cara a 2020. En el comunicado se afirma también que habrá un fondo de defensa legal para mujeres que necesiten protección por haber sufrido acoso sexual en el trabajo, con el objetivo de tratar de ayudar a denunciarlo. 

La sororidad, que no es otra cosa que la solidaridad entre mujeres en un contexto patriarcal y machista, se vio en los premios desde temprano, cuando en la alfombra roja, Debra Messing (Will and Grace) dijo: “Me impactó escuchar que E! no le paga a las conductoras igual que a los conductores”, ante los micrófonos de esa empresa. En tanto, la ganadora a mejor actriz, la enigmática Frances McDormand, una de las artistas que menos expone su privacidad y sus ideales en público, afirmó: “Muchos de ustedes saben que mantengo mis políticas privadas, pero fue genial estar en esta sala esta noche y ser parte de este cambio tectónico de nuestro poder estructural de industria”. La cereza del postre la puso Natalie Portman, quien encargada de presentar los nominados a mejor director, ante la ausencia femenina, no dudó en decir: “Y aquí están todos los hombres nominados”.

¿Se lanzó la sucesora de Trump?

Oprah Winfrey no es una mujer más. Para las afroamericanas es una especie de Martin Luther King, y para sus congéneres en general, una referente. Luego del encendido, histórico y poderoso discurso que dio ayer, al recibir un premio honorífico, ya muchos hablan de que se postulará como candidata a presidenta en  2020.

“Quiero agradecerles a todas las mujeres que han sobrevivido años de abuso, porque ellas, como mi madre, tenían hijos que criar, cuentas que pagar y sueños que hacer realidad. Trabajadoras domésticas, trabajadoras rurales, gastronómicas, científicas, médicas, ingenieras, en la industria tecnológica y el Ejército, en la política y los negocios (...) Durante demasiado tiempo, las mujeres no fueron  escuchadas o creídas cuando decían la verdad al poder de esos hombres. Pero su tiempo terminó”, expresó  Winfrey. 

Colegas como Meryl Streep la elogiaron y la instaron a ir por la Presidencia. Según Streep,  Oprah “no tiene otra opción” que postularse para mandataria en 2020. La revolución feminista está en marcha y está siendo televisada.