Humberto Zurita: “Yo no soy de mi edad, soy de mi tiempo”

El actor presenta la serie que revela detalles desconocidos de casos y situaciones que hasta el día de hoy siguen sin encontrar una respuesta.

El actor, productor y director mexicano Humberto Zuri­ta arribó a la Argentina para formar parte, por segundo año consecutivo, de la conducción de la serie de producción original de History Inexplicable, que se adentra en los misterios y secretos más protegidos de América. Esta tercera temporada de 12 episodios presenta historias sobrenaturales donde lo desconocido lleva a cuestionar la comprensión de la realidad, invitando nuevamente a los espectadores a explorar lo inexplicable con casos sobre madres con habilidades poderosas, conexiones entre vivos y muertos, enigmas y fenómenos naturales misteriosos, y muchos más.

En exclusiva, diario Hoy dialogó con Zurita, para saber más de su trabajo.

—¿Cómo te sentís al rodar en Argentina esta nueva temporada?

—Me siento doblemente feliz. Porque Inexplicable Latinoamérica para mí es un regalo. Hacer algo que hace William Shatner es algo muy muy importante para mí. Porque sorprende, realmente, la ves, y yo que trabajo allí y que de pronto tengo historias que contar, pues a mí me fascina, y yo nunca había hecho un trabajo de host.

—¿Primera vez?

—Es la primera vez en mi vida. Entonces estoy maravillado, sorprendido, encantado, encontrando historias inexplicables, de verdad, que son muy fuera de serie y que creo que al público lo van a mantener en vilo. Encontrar un poco esa naturalidad de ser tú, para poder romper la pantalla, entrar hacia el público, pero también tratando de encontrar este tono misterioso que rodea Inexplicable, aunque yo hago mis narraciones, el encontrarme de pronto frente a un teleprónter y tener que ir interpretando porque yo no puedo dejar de interpretar, yo soy actor. Buscar, estoy muy en la mano de Jorge el escritor que me cuenta antes muy bien la historia, me la aclara, que investigó, realmente inexplicables.

Y a la hora de enfrentarme a eso, gente en ese mundo, eres tú mismo y al mismo tiempo tienes que darle una interpretación misteriosa, muy estupenda. Y por ahí no hay un ejemplo. Tienes que comportarte de la manera de todo lo que digas vaya generando la tensión. En el teatro uno, por ejemplo, ha investigado a sus personajes mucho tiempo antes. Los analizas, los construyes. Tiene todo un proceso de análisis, todo lo muy intenso. Pero acá no. Y, además, en tres días hicimos todo.

La capacidad técnica que tienen aquí me maravilla. Sientes esa hermandad en el set, porque pararte en un set siempre es para uno un privilegio la verdad porque no solo te involucra el mundo de encontrarte con lo que ellos hacen, sino que generas una alianza inmediata con los miembros porque entras a un trabajo tan duro que si no tuvieras ese sentido del humor, si no tuvieras esa pasión por lo que hay viviendo, sería algo muy peligroso, algo muy duro, no sé si peligroso, pero sí muy... saber que te equivocas, pero puedes decir: “Perdón, me equivoqué, ¿me puedo regresar?”, y te digan: “Sí, adelante”, y no estén juzgando. Es maravilloso, muy interesante.

Yo viví 36 años con la Argentina (estuvo casado con la actriz Christian Bach), y son muy especiales, pero son especiales culturalmente, es a lo que me refiero, porque ustedes no fueron colonizados, ustedes vienen de afuera, y luego, la educación. Ustedes tienen un nivel educativo muy alto.

—Ahí me decías que para actuar siempre investigás antes, pero ¿acá qué investigación viste? ¿Las otras versiones?

—Bueno, yo voy de la mano de Jorge. Jorge es el escritor, es para mí el historiador, es el que conoce con propias historias y siempre nos damos el tiempo el yo de platicar de lo que estoy hablando, porque hacemos dos tipos de trabajos, es muy interesante el trabajo, en México, él fue hasta México, ahí está conmigo, me platica el evento del que vamos a hablar, me dice fija, vimos esto y me platica, y después vamos narrándola y él me va conduciendo y lo vamos haciendo. Y luego ya vengo y lo hacemos frente a un teleprompter y atrás de mí en un barco. Y luego que en un trabajo de posproducción.

Es muy lindo, la verdad. Es una experiencia que yo nunca había vivido. Nunca había hecho un host. Además de los casos hay muchos que me sorprenden, es que no hay uno de verdad que se vaya para abajo. Se mantiene un tono perfecto, muy interesante. Así se hablen de ovnis, como te hablen de brujería, o te hablen de religión, están tan bien investigados, profundamente trabajados, porque todos ellos son muy interesantes. Yo hablaba hace rato que a mí, bueno, la Virgen de Guadalupe me había, en mi primera temporada, gustado mucho. Lo interesante e inexplicable es que no te da respuestas, te deja que tú salgas a buscar, a informarte, cubre como dos labores, ¿no? Una que es la artística, el hecho de que ahí está el show, yo te cuento un cuento, pero ahora tú, interesarte por saber si eso puede o no... A ver, a todos nos interesa, ¿de verdad la NASA tiene un extraterrestre? Me lo preguntaba si lo tenía, porque nadie me lo ha enseñado, pero a mí ayer me enseñaron un hada en la mano así, eso existe de verdad y es muy interesante, y luego hablamos de animales y todo lo que provocó en el caballo no te cuento para mí es de verdad.

¿Se terminaron las telenovelas latinas?

—Has sido el protagonista de clásicos inoxidables de la telenovela como El derecho de nacer, ¿por qué creés que hoy en día no se ven tantas?

—Creo que tenemos que adecuarnos a los tiempos. Yo produje durante muchos años y traté siempre de ir innovando lo que yo hacía. Yo creo que soy de los productores que han hecho cosas en televisión muy diferentes. Yo empecé a sacar la televisión.

Mi primer novela la hice en Grecia, la produje en Grecia, nadie me creía que la iba a poder hacer, me fui, la hice, me fue muy bien, y a partir de ahí yo empecé a usar mucho ya la gramática, más que la televisión, todos los juguetes, y yo dirijo entonces, y me meto mucho con los escritores, escribo a veces, escaleteo, y ellos desarrollan y es una forma de trabajar muy interesante, que a mí me ha llevado a entender que el mundo cambia.

Hoy mis hijos están produciendo, dirigiendo también, escribiendo, también son los historias y te vas dando cuenta que sí, que es así, yo ahora, cuando ellos, luego me pregunta a la gente ¿y usted qué consejos les da? Digo, no, yo tomo mis consejos, yo me siento con ellos y cuando están construyendo con su equipo de escritores, ellos como showrunners, y me voy dando cuenta cómo ha cambiado esta manera de dialogar, que ya no es la telenovela que habla solemne, ahora es con naturalidad con la que se aborda el uso del lenguaje actual que ya está permitido. Los temas que tocas, ellos ya son muy inclusivos en todo. Entonces, bueno, hay que vivir nuestros tiempos. Dicen por ahí que no hay que ser de su edad, hay que ser de su tiempo. Y yo no soy de mi edad, soy de mi tiempo.

—¿Y por qué creés que estas ficciones que se programan y son tan exitosas ya no son las latinas, sino son turcas o de otras latitudes, por ejemplo?

—Yo creo que le quedan muchos años a la telenovela. Es un género que a lo mejor tú puedes menospreciar, pero es un gran género el diálogo drama. Es cómo tocas los temas y creo que eso es lo que forma parte hoy de la televisión.

Una de las grandes ventajas del hoy es que en las plataformas podemos hacer todos los géneros. Melodrama, a la comedia, a la tragicomedia, a la realidad. Bueno, bioseries, pues eso enriquece mucho la televisión y enriquece mucho el trabajo de los actores. Nosotros ya estábamos un poco también cansados de hacer siempre telenovelas, de tener que pasar un año completo en un foro, haciendo lo mismo, repitiendo la telenovela, si algo tienes que ser muy reiterativa, porque así es, si tú la dejas de ver, ellos te vuelven a repetir.

Y eso es muy bueno, y creo que ese paso que decías tú, que está viviendo Latinoamérica, estamos todavía en una especie de híbrido no somos ni telenovela, ni la serie americana, la serie americana ya estamos yéndonos allá porque gracias a las plataformas americanas que están llevando a hacer y entendamos que son solo cosas. La reina del sur, la que yo hago, es de 60 capítulos. ¿Qué es entonces? ¿Telenovela, serie telenovelada?

Hacer teatro en Argentina, un sueño

—Actualmente estás de gira con ¡Papito Querido!, ¿tenés ganas de traerla aquí?

—Ojalá que se pueda concretar, porque mi trabajo es muy padre, porque en el primer acto soy una mujer y en el segundo acto te diría que el 90% ya no se ha aburrido, además me acaban de ver en La reina del sur, haciendo un villano. Papito querido es una historia muy simple, muy sencilla. Mi hija tiene un novio y sus papás son chilenos y quieren conocer a la familia de mi hija. Yo soy un tipo divorciado, un tiro al aire. Y ella me dice, papá, es que yo necesito para mañana una de tus amigas. Yo digo, no, mis amigas no pasan la prueba, mi hija. Decido, en complicidad con ella, hacer llevar a su mamá, y así es que ocurre esta historia. Yo me convierto en su madre.

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