ENTREVISTA EXCLUSIVA

Jorge Marrale: “Uno se hace actor con la idea del héroe”

Siempre activo, el intérprete forma parte de Amor de cuarentena, obra con fines solidarios donde comparte cartel con Dolores Fonzi, Cecilia Roth, Leonardo Sbaraglia y Camila Sosa Villada.

Al frente de Sagai (Sociedad Argentina de Gestión de Actores Intérpretes), entidad que lucha por los derechos de los actores, el talentoso Jorge Marrale, además, participa en cuarentena de una obra virtual que destina parte de sus ingresos a la Casa del Teatro. En diálogo con diario Hoy, cuenta su presente y detalles de la experiencia.

—¿Cuándo te diste cuenta de que querías ser actor?
—Me remonto a mi infancia, a la mímesis, a la copia. Salías del cine fascinado, caminando como ese muchachito que enamoraba a esa chica maravillosa. Creo que se va gestando de una manera particular con elementos a veces que son propios y otros del entorno. Si no hubiese visto tanto cine, si no hubiese tenido una madre tan cinéfila, a un padre que acompañara, una familia humilde, descendientes de gallegos y sicilianos, con mucho interés en conocer, leer, contar historias... Escuché mucha radio, Tarzán, Batman, después las vi en televisión. Uno se hace actor con la idea del héroe, ése era el muchachito que antes te decía, con la idea de rescatar algo. Después si te corrés de una idea narcisista, el actor es un instrumento, y dependiendo de cómo estés afinado, es cómo vos vas a llegar al público.

—¿Cómo estás viviendo la cuarentena?
—La estoy pasando como todos, llevándola con la mayor responsabilidad personal y para el entorno de uno. Trato de estar dentro de casa, sólo salir para lo esencial, lo más espaciado posible y trabajando mucho para Sagai. Toda la Comisión Directiva está muy comprometida porque el colectivo de actores y actrices es el más castigado. Ya no había, antes de la cuarentena, obra al aire, y ahora se hace bastante complicado el ingreso, con la esperanza de que cuando se normalice todo pospandemia tengamos una nueva manera de producir.

—La situación evidenció la necesidad de una legislación sobre las plataformas…
—Las plataformas generan contenidos con el trabajo de actores. El público quiere y necesita ver obra argentina, verse reflejado, pero también con una inventiva nueva. Hay que trabajar, tener fomento, entender al audiovisual como una industria. El lucro cesante del audiovisual es muy grande, necesitamos que todos estén con trabajo.

—Además quedan todos en un limbo….
—Tenés que tener un plan orgánico, no es cuestión de voluntarismo, las industrias no son por voluntarismo. Es necesario instrumentar una cadena de producción inteligente que no deje a nadie afuera y que nos permita competir, estar en el mercado con nuestros productos, como alguna vez fue.

—Tenés pendiente de estreno aquí Submerso e ibas a rodar la serie sobre el caso Belsunce…
—Submerso es producto del desarrollo de una ley de cine de Córdoba, que además es coproducción con Brasil. No sé cuándo se verá en Argentina. Sobre Belsunce, está todo parado, ojalá se pueda hacer, es muy interesante el guion, la historia, que aún no se cerró.

Teatro y WhatsApp, nuevos desafíos

—Te ibas a ir de gira por Colombia con Arturo Puig con la obra El Vestidor…
—Sí, íbamos a ir a Bogotá, al Festival de Teatro, sólo faltaba sacar los pasajes, estaba todo organizado y se paró.

—¿Cómo te llega Amor de cuarentena?
—Más allá de que me parecía interesante la idea de la obra, me conquistó el fin solidario. En Amor de cuarentena, por WhatsApp, una persona recibe durante 14 días mensajes, luego de elegir la voz de un actor o actriz en Alternativa Teatral. Los mensajes que nos llegan son muy lindos, y hay un movimiento importante de mucha compra de entradas, hubo como un llamado a decir yo también quiero ser parte de esto. El ejercicio es maravilloso, llegás con tu voz a una persona y esa persona mezcla sus recuerdos personales construyendo una historia; recibo mensajes que me emocionan. A una chica joven, con Covid-19, la obra la ayudó a transitar el aislamiento. En Amor de cuarentena no hay limitación de edad, porque la idea de ex te puede remontar a 10, 5 años o 5 minutos.

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