entrevista

Julián Cerati: “El cine tiene una magia que me encanta”

El platense disfruta del éxito que ha obtenido gracias a su participación en ficciones latinoamericanas, mientras afirma su presencia en el país.

Heredero de un apellido emblemático, Julián Cerati se encuentra en el país aprovechando del verano argentino mientras termina su participación en 29 horas y media, película de Maxi Gutiérrez que recorre la grabación del mítico La dicha en movimiento de Los Twist. En ella, Cerati encarnará nada más ni nada menos que a Pipo Cipolatti, líder de la banda. El actor, que estrenará en breve en Netflix la serie La primera vez y es una de las estrellas de Pálpito, nos contó, en el rodaje de la película, más detalles de su trabajo.

—¿Cómo fue trabajar con Pipo?

—Es que yo no trabajé con él, me junté un par de veces para el personaje con él; pero es complejo, es un tipo muy sensible, casi de otro planeta para mí. Y todavía no podría decir que tengo una opinión formada, pero es una gran persona.

—Vos tenés una conexión especial con la música...

—Sí, pero viste que cada persona, sobre todo los artistas, siempre tienen un condimento especial. Me gustaría poder hablar más con él y entender todo: sus heridas, un montón de cosas que hacen a mi interpretación, cuál es el motor interno que tiene, qué le ha pasado a su vida, para ver cómo se maneja en la vida en relación con otro. Pero a veces no ­responder eso también me da un poquito de profundidad.

—¿Es la primera vez que interpretás un personaje real?

—Sí, y eso es un tremendo desafío. Porque además tenía una semana para prepararlo, porque vengo de vivir cuatro años en Colombia, entonces volví y tenía una semana nomás para practicarlo. Entonces Maxi me dijo: “Hagamos nuestro Pipo”, y yo dije: “Si tengo la oportunidad y él está vivo, lo voy a hacer y lo voy a imitar todo lo que pueda, o más que imitación, agarrar de verdad sobre todo la forma de hablar”. Porque todos lo tenemos con una imagen, un sonido y un personaje; entonces lo agarré por ahí en una semana, y me junté con él, me miré 11 millones de entrevistas. Yo estoy haciendo al más joven, al que grabó en La dicha en movimiento, pero tiene muchas características. Ya te digo, desde afuera, de la forma, hay cosas muy claras de la velocidad con la que habla, la evasión, la espontaneidad.

—Entonces, te dijeron que tenías una semana para prepararlo, película, volver a estar en los años 80, dijiste que sí...

—Sí, además yo con Maxi ya había trabajado, hicimos una serie. Entonces siempre es importante ver quién es el director, por dónde nos va a llevar; y él es un tipo talentosísimo y divino. Entonces me sentía muy en confianza con él y me dijo: “Yo voy a tu ritmo, si vos te animás a hacerlo, lo hacemos”. Porque yo encima venía de Colombia, que allá neutralizo el acento, y llegué y tuve que recuperarlo rápido. Es un desafío relindo.

—¿Te gusta hacer cine?

—Sí, claro, es otra cadencia. Y si bien acá tenemos un plan de grabación, venía de Colombia, que generalmente metíamos muchas jornadas y escenas. Pero la profundidad del cine es otra cosa, contado también a veces con planos distintos a los convencionales en la tele. El cine tiene una magia que me encanta y siempre que se puede hacerlo está buenísimo. Hasta las series se filman como cine ahora. Y yo definiría el cine como un tipo de poética, una forma de contar algo que tiene que ver con eso, con que no siempre hay que decirlo todo al público, no siempre hay que mostrar todo; porque viste que la televisión generalmente al abarcar más te cuenta todo. Los planos son así, acá pasa, los planos son muchos y eso es relindo. Es relindo y a mí me gusta ver eso también. Siempre intento hacer cosas que más o menos me gusten ver después.

—Venís de Colombia, series, ¿cómo sigue el año después de filmar esto?

—Y ahora quiero vacaciones. Fui tío hace poco y quiero estar con mi familia. Quiero vacaciones un ratito, ya estuve con mis ­amigos del barrio el otro día y fue hermoso. Y en Colombia fue un año hermoso, el año que viene salen varias cosas: Pálpito 2, Perfil falso, también es de Netflix, está buena, un personaje pansexual. También sale el año que viene La primera vez, que también es de ­Netflix.

—¿Te pesa el apellido? ¿Hacés cosas para separarte?

—No, generalmente es más la gente grande que me pregunta, pero no, no me pesa mucho. Me pesa, capaz, cuando no vieron nada, que ni saben de qué vivo; entonces yo actúo, no hago música, me gusta la música y lo tengo como hobby, pero es otra cosa. Yo también soy un fan de mi tío, ahí hay un legado y lo llevo conmigo, como llevo a mi vieja y llevo a todos.

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