entrevista
Kity Mánver: “El teatro es el rito más antiguo del ser humano”
Historias para no dormir, Velvet Colección, La que se avecina, La casa de papel, Cuéntame cómo pasó y Las Chicas de Oro son solo algunas de las series en las que estuvo presente.
La segunda temporada de Express, de Lionsgate+, con Maggie Civantos a la cabeza, tiene nuevamente a la talentosísima Kity Mánver en el papel de la particular Ortega. A semanas del estreno diario Hoy habló con Mánver, recordada por grandes participaciones en el cine de España como ¿Qué he hecho yo para merecer esto?, Mujeres al borde de un ataque de nervios y La flor de mi secreto, entre otras.
—¿Cuándo supiste que querías ser actriz?
—Siempre me preguntan eso y realmente en todo caso fue cuándo me di cuenta, porque yo lo he sido desde muy niña. Desde el colegio que hacía montones de cosas y hacía montajes en los colegios y siempre he estado relacionada con eso y para mí era un sitio natural hacer representaciones. Entonces quizá cuando hice Seis personajes en busca de autor, de Luigi Pirandelo, dirigida por Miguel Narros, yo llevaba ya unos 10 o 12 años en la profesión y ahí dije “ah, por esto quería ser yo actriz”. Pero es por esto, porque vi como fehacientemente el poderío que se establece en un escenario cuando entiendes un texto que estás representando, pero ya llevaba un montón de años haciéndolo; o sea que es desde muy pequeña, no puedo decir el por qué, sé que no podría ser otra cosa.
—¿Hay algún lugar en donde sentís que sos más actriz que en otro? ¿El teatro es el lugar donde sentís esa pasión más viva?
—Es más viva porque al tener el directo eso es inevitable. Se da el rito de una manera muy especial, muy antigua. El rito más antiguo del ser humano, de las cosas más antiguas que inventa el ser humano para entenderse a sí mismo es el teatro y evidentemente ahí se da con mucha más potencia. Pero desde la primera obra que hice como profesional, insisto, que fue a los 16 años que ya estaba haciendo esa obra, me salió una primera película. Tuve la enorme suerte de que fue con el director Jorge Grau, y con Fernando Rey, era el actor que estaba conmigo, que fue generosísimo conmigo. Los consejos que me daba era que el cine siempre tiene una expresión mucho más contenida, es más de pensar y cuando lo piensas ya sale a través de tus ojos y eso. Pero fue bueno que lo he hecho desde muy cría también, desde muy jovencilla, entonces es bastante natural también. Ahora sí tienes toda la razón, quizá en el teatro es donde yo hago papeles protagónicos y con más asuidad que en cine y es como, pues quizá es más intenso, pero sí, es en el teatro que me siento así.
—¿Cómo fue reencontrarte con Ortega, que arranca esta temporada de una manera muy particular?
—Ya era una persona bastante retorcida, pero de apariencia beatífica, si se puede decir... Me sorprendieron los guiones, como había más capacidad de idear artilugios y tretas para seguir acaparando poder sin importarle absolutamente nada de los demás, como buena psicópata, entonces eran muy sorprendente las cosas, las nuevas cosas por las que pasa y que se le ocurren a la Ortega. No puedo decir casi nada, pero es muy potente, es un personaje muy potente.
—Ahí aparece Asia, ¿no?, la hija. ¿Cómo fue esa conexión con Laura Laprida también?
—Nos han prohibido decir prácticamente todo, evidentemente es un nuevo personaje lógico. En todas las series siempre hay nuevos personajes que aparecen que le dan más riqueza a toda la narración; trae cosas muy interesantes y no de cabeza tan retorcida. Es un personaje un poquito más intuitivo, más con unos mundos diferentes, no tan de maquinar maldades. Esa mezcla y ese choque entre ambos es bueno; yo creo que le da una visión muy especial, pero no puedo decir casi nada de ese personaje.
—¿Cuáles son las sensaciones por el estreno de Express en todo el mundo al mismo tiempo? ¿Cómo se vive ese tipo de estrenos? ¿Hay más presión?
—Estoy en una etapa de mi vida que parece que me voy a retirar. No me voy a retirar, pero sí me estoy retirando un poco. Quiero decir que estoy más pendiente de cosas que necesito, por ejemplo, centrada aparte del trabajo que sigo haciendo, porque sigo haciendo una gira de teatro, estrené Mamacruz en Sundance Festival, de Patricia Ortega, y el resto que me queda es para mí huerto. O sea, no puedo estar como cuando yo tenía, cuando eres muy joven que estás en cientos de miles de cosas, porque esto ni me lo veo todo como antes. Antes era una avidez por verlo todo, ahora no, ahora necesito un poquito más de tiempo para cosas muy sencillas, como por ejemplo mi huerto; un pequeño huerto que tengo, en el que investigo y que me ayuda a meditar y a entender muchas cosas. Me ayuda a trabajar la paciencia y es muy importante la paciencia, obviamente, siempre. Entonces, por eso, o sea, yo sigo dedicándome a eso, porque a mí me sigue apasionando en mi profesión, pero no tengo esa sensación de la bulla. No, estoy calmándome, porque ya he vibrado demasiado y quiero ahora estar un poquito más tranquila, te digo.