Leo Burgos: “Me interesó captar cosas que otros se pierden”

En diálogo con diario Hoy, el fotógrafo y productor recorre su trayectoria en las imágenes y sobre los escenarios actuales

Nacido en La Plata, Leo Burgos forjó una carrera en el oficio de la fotografía. Así comenzó a captar las imágenes y postales en la escena musical imperante durante los años noventa. También supo integrar formaciones y ahora se aboca a la producción de conciertos.

En una entrevista íntima con ­diario Hoy, revela los detalles del camino andando y anticipa los proyectos venideros.

—¿Bajo qué condiciones te adentrás en la fotografía? ¿De qué manera se dio ese recorrido?

—Me adentré en la fotografía porque me considero una persona observadora y me interesó captar cosas que otros se pierden. Primero fue un ­hobbie y después me quise profesionalizar y me anoté en un curso de Ataúlfo Pérez Aznar. No me gustó el resultado y eso me llevó a perfeccionarme e investigar por mi lado, ganando experiencia con prueba y error para encontrar mi sello como fotógrafo.

—¿Cómo viviste el hecho de ejercerlo entre los años 90 y la llegada del cambio de milenio?

—Fue una etapa en la que económicamente me resultaba mejor ser fotógrafo de eventos, pero justo coincidí con una gran movida musical platense y aposté por ese placer de sa­carle fotos a bandas que me gustan y de amigos –algunos siguen hasta hoy– como Mister América, Víctimas del Baile, Peligrosos Gorriones, Los Brujos, Babasónicos en sus inicios y hasta Soda Stereo, liderado por el gran Gustavo Cerati, con quien tuve la fortuna de compartir un champagne.

—¿Cómo fue el traspaso hacia la producción? ¿Por qué advino ese cambio de oficio?

—Nunca hubo un cambio de oficio. El hecho de ser fotógrafo lo llevo en el alma, por más que actualmente haya dejado de ejercerlo. Me meto en producción a partir del deseo de ver los shows que tengo ganas de ver, algunos con estas mismas amistades que genere en los años noventa lo cual me facilita el acercamiento a estos artistas para generar nuevas experiencias.

—¿Cuál es el análisis que hacés de la escena actual? 

—En la escena actual de fotografía hay dos grosos como referentes y son Martín Bonetto y Manuel Cascallar. De hecho, muy presentes en el ambiente artístico de La Plata y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, que están apoyando a los artistas. Es decir, me identifico mucho con eso, ya que viví ese empuje en los 90 cuando formaba parte de la revista El Avispero. En cuanto a lo musical, celebro que La Plata sea un gran hormiguero de buenas bandas de gran calidad todo el tiempo, desde Pérez y La Teoría del Caos hasta Paseo y Formica, por decir algunas.

—¿Qué fortalezas encontraste en el camino?

—Buenos amigos, buenos artistas y buena gente.

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