Linda Evangelista: del éxito de los 90 a un juicio millonario por una mala praxis

En un repaso histórico por los ciclos, personajes y figuras que marcaron un momento de la farándula internacional, diario Hoy recuerda la intensa vida de la modelo.

La modelo Linda Evangelista fue consagrada en los años 90 gracias a su trabajo en las pasarelas y ser amiga de las grandes estrellas de la moda. Nacida en Canadá, la mujer triunfó por su versatilidad en las campañas, pero también dio sus primeros pasos como actriz en pequeños roles para la pantalla chica. Con el paso del tiempo, la mujer optó por comenzar a incursionar en los tratamientos médicos de moda y así fue que probó con diferentes intervenciones quirúrgicas al igual que sus colegas que cuidan sus perfiles para poder detener el paso del tiempo.

Si bien algunos piensan que era una moda, otros que había frondosos contratos en juego, la cuestión es que Linda estuvo entre las primeras figuras junto a sus amigas Claudia Schiffer, Cindy Crawford, Naomi Campbell, Elle MacPherson, Christy Turlington, Stephanie Seymour, Helena Christensen, Tatjana Patitz, Karen Mulder, Carla Bruni y Nadja Auermann.

Con el paso del tiempo, la mujer se comenzó a aislar del trabajo, de los eventos mediáticos y de toda situación social o hecho cultural. De esa manera su paradero terminó por desconocerse hasta que se supieron los verdaderos hechos que habían sucedido. La artista fue encontrada caminando por las calles de California donde se la vio con un look que escondía su rostro y tenía una muy mala imagen. Poco a poco fueron surgiendo teorías sobre qué realidades estaban atravesándola y es por ello que se supo que fue víctima de una mala praxis que la dejó desfigurada por un tratamiento dermatológico mal realizado.

A pesar de haber sido contactada en más de una oportunidad, nunca quiso hablar al respecto hasta finales del 2021 donde dio su versión de los hechos luego de mantenerse en silencio y con un estricto perfil bajo por el lapso de tiempo de cinco años. Así fue que tomó su cuenta de Instagram para dar el testimonio, confirmó que los rumores eran ciertos, que estaba alejada del foco laboral y mediático porque estaba deformada luego de atravesar un tratamiento no invasivo que salió mal. Además las consecuencias fueron infames porque generó una depresión emocional que no lograba dejar atrás como también se debió aislar porque sus facciones estaban arruinadas.

Por ese tiempo, Linda afirmó que concurrió a un bufete de abogados para iniciar una demanda contra la compañía responsable de este tratamiento y pidió más de 70 millones de dólares a modo de compensación económica porque no pudo retomar su trabajo por las consecuencias.

Recordemos que fue paciente con siete sesiones por el lapso de seis meses en diferentes partes de su cuerpo tales como los muslos, el abdomen, las caderas, el rostro y cuyas lesiones consistían en bultos pequeños en partes de su cuerpo. Respecto de ello, afirmó: “Amaba estar en la pasarela. Ahora temo encontrarme con alguien conocido. No puedo seguir viviendo escondida y avergonzada. Estoy, finalmente, dispuesta a hablar”.

Las consecuencias de un error médico

Asimismo, Evangelista anunció que, con el paso del tiempo, sentía que la masa corporal crecía en las partes de su cuerpo donde había tomado el tratamiento y perdió la sensibilidad. Además, quiso solucionarlo haciendo dietas imposibles o deportes, pero fue diagnos­ti­ca­da con hiperplasia adiposa paradójica.

Ante los hechos de público conocimiento, la mujer buscó soluciones y la única posible era una liposucción que pagó de su bolsillo pero los tumores volvieron a salir. Allí explicaba que no podía identificarse: “Ya no puedo poner los brazos al costado de mi cuerpo. No creo que ningún diseñador quiera vestir a alguien con eso. No me miro al espejo. No soy yo”.

La actualidad

Con la demanda en puerta y alejada de la moda, Linda fue contratada por Fendi para protagonizar un desfile y aceptó con creces. Además fue fotografiada por su gran amigo Steven Meisel. Esto significó la vuelta al ruedo con sus compañeros de trabajo y apoyada con su familia. Asimismo la mujer dejó atrás el asunto judicial regresando a la pasarela y por ese entonces expresaba: “Estoy conforme de haber llegado a un acuerdo en el caso CoolSculpting. Estoy tratando de comenzar un nuevo de mi vida, junto a mis amigos y familia; y estoy feliz de dejar este asunto atrás”.

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