Nancy Anka, de ¡Grande, pá! al teatro independiente

Nancy Anka es una de las pocas intérpretes capaces de reinventarse y sortear las aristas de su carrera, ya sea en televisión, cine, teatro, o incluso en la música. El gran éxito de la serie ¡Grande, pá!  la catapultó a la fama y gracias a su personaje de Josefina Araúz, la “Chancle” mayor de la familia más famosa de los 90, aún es recordada en el imaginario popular de los argentinos. 

Cuando el exitoso programa llegó a su fin, la actriz no se quedó quieta e incursionó en diferentes géneros del teatro independiente. De este modo, durante casi veinte años, formó parte de giras nacionales e internacionales. 

Además de dedicarse a su profesión, Nancy fue mamá de Sofía, joven que acaba de cumplir 20 años y continúa los pasos de su progenitora.

Actualmente, la actriz protagoniza la obra Amo odiarte junto a su colega Pablo Sorensen en plena calle Corrientes. En una entrevista exclusiva con este medio, Nancy habló sobre su vida, su experiencia arriba del escenario y su actualidad laboral.

—Iniciaste tu carrera en la televisión cuando el medio no era tan escandaloso ni giraba alrededor del minuto a minuto, ¿qué mirada tenés al respecto?

—Creo que la década del 90 fue el inicio de lo que sucede hoy. En ese entonces no había la cantidad de ofertas que existen ahora, entonces todo se hacía más grandilocuente. Un éxito como fue ¡Grande, pá!  era más notorio porque no había tanta competencia. Pasaron 24 años del programa, me sorprende la forma en que la gente sigue recordándolo, cómo me para en la calle y sigue ese reconocimiento de aquél entonces. Si bien trabajo desde muy chica, cuando formé parte de la serie tenía casi 20 y fue lo que me dio exposición, popularidad. Luego continué con mi profesión, pero por más que haga cosas, es algo que quedará en la historia de mi vida. Estoy muy orgullosa de lo que fue, de que tanto la historia como los personajes quedáramos en el inconsciente colectivo.

—Tras el fin de la serie, incursionaste en la música, ¿cómo siguió tu vida?

—Lancé mis discos, luego trabajé por 15 años en diversas obras teatrales infantiles. Estaba todo el tiempo de gira. Fue como irme por un rato. El hecho de viajar seguido al interior del país, sin parar, te da la chance de ver otras cosas. En un momento dado, me quedé, descubrí el teatro independiente y hasta el día de hoy es mi campo de batalla. Ahora, gracias a esto, después de muchos años de es­fuerzo, regreso de haber hecho una obra en plena temporada marplatense. Esto también va a generar otros disparadores y es un buen punto para exponerse, mostrarse, sin saber a dónde te puede llevar. Siempre juego con lo azaroso y, además, en esta profesión nunca sabés cuándo estás en el momento correcto. 

—En ese transcurso, también fuiste mamá de Sofía, que ya tiene 20 años y sigue tus pasos…

—Siempre deseé ser mamá, llegó Sofi y le sumó mucho a mi vida. A sus 10 meses, inicié mi camino en las giras teatrales, ella no obstaculizó nada y cuando creció, comenzó a incorporarse a todas las giras hasta que empezó la primaria. No por nada ahora inicia la carrera en el IUNA, en esto tuvo una gran influencia de mi parte porque siempre le dije que el conocimiento te da fortaleza y seguridad cuando subís al escenario.

—¿Cómo está el amor en tu vida?

—Pienso que una relación es un trabajo de todos los días. Conozco a mi pareja desde hace muchos años, estamos juntos hace menos. A medida que uno se conoce, encuentra las debilidades del otro, las cosas que hay en común, entonces se fortalece el vínculo. El teatro me hace ver para adentro, conocer qué cualidades tiene mi personaje que coinciden con mi manera de ser, trabajar en aquellas cosas que me gustan y en las que no, para que la pareja y el encontrarse con el otro sea un éxito. 

—¿Qué podés contarnos sobre Amo odiarte? 

—Le pongo todo mi corazón a esta puesta que re­cién se estrena. Se trata de una comedia romántica que cuenta la vida de dos personas que se conocen y se van a vivir juntas. Tienen temperamentos fuertes, son inmaduros y ególatras. La convivencia es imposible, pero el problema más fuerte que tienen es que se aman. En este caso, el amor en vez de aportar una solución, entorpece todo. Con esta obra estamos proyectando hacer una gran gira. No sé qué sucederá luego ni hacia dónde me lleva todo esto. Estamos muy felices.