entrevista

Neil Boyle y Kirk Hendrik cuentan detalles de El reino de Kensuke

La adaptación del clásico inglés que acompañó a varias generaciones llega a las salas con un mensaje de superación y esperanza.

El reino de Kensuke, de Neil Boyle y Kirk Hendrik, basada en la novela para niños escrita por el autor Michael Morpurgo, llega este jueves llega a los cines de todo el país. Pudimos hablar con Boyle y Hendrik para conocer más detalles de esta emocionante aventura animada.

―¿Cómo se conocieron y cuándo supieron que podían trabajar juntos?

―Neil Boyle: Nos conocimos bastante. Quiero decir que entablamos una amistad antes de trabajar en esta película porque ambos trabajábamos en la misma productora que hacía publicidad, vídeos musicales y cortometrajes. Kirk y yo compartíamos habitación en el estudio. Y empecé a charlar un día sobre música de cine cuando llegué y sobre la que era un auténtico molesto de pequeño. Me gustaba mucho la música de cine cuando todo el mundo escuchaba música pop. Escuchaba a John Williams y Jerry Goldsmith y empecé a hablar de ello. Entonces Kirk empezó a hablar de ello y me di cuenta de que sabía mucho más sobre música de cine que yo. Y yo pensaba que sabía mucho. Así que era nuestro amor por la música de cine.

Kirk Hendrik: Eso es totalmente cierto.

NB: Pero fue nuestro amor por la música de cine lo que nos hizo hablar. Y, finalmente, empezamos a trabajar juntos en varios proyectos.

―¿Qué vieron en el libro para hacer una película? ¿Sintieron presión al adaptarlo?

―KH: Bueno, lo primero que leímos fue el guión que Frank Cottrell Boyce había escrito, que probablemente la gran diferencia entre el libro y su guión es que se deshizo de él. Hizo que Kensky y Michael no pudieran hablar en el libro. Kensky puede entender inglés básico. Hablan entre ellos, lo que, por supuesto, ya sabes, cuando estás viendo una historia que intenta vender la idea de cómo te comunicas, cómo conectas con la gente a través de las culturas, a través de los idiomas, a través de las edades e incluso en última instancia a través de las especies, que es de lo que trata la historia. Deshacerse del lenguaje, deshacerse de un lenguaje común es una forma brillante de hacerlo. Como primero leímos el guión y no tenía diálogos, pensamos que era como una película muda, que es el tipo de cine que a Neil y a mí nos gusta especialmente, porque tienes que contar las cosas visualmente, con música y no con gente hablando, contándote lo que está pasando. Eso nos entusiasmó como cineastas antes incluso de empezar a replantearnos la temática de la historia.

NB: La presión que has mencionado es interesante porque supongo que lo mejor de trabajar con Michael Morpurgo y con Frank Cottrell-Boyce, el guionista, es que ambos son muy abiertos. No son preciosistas con sus palabras. Además, siempre quisimos asegurarnos de que Michael estuviera contento con lo que hicimos con el libro, porque obviamente, como dice Kirk, hay que adaptarlo a un medio diferente, como al cine. Y ambos quedaron conformes con el proyecto y lo que hicimos.

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