ENTREVISTA

Sofía Palomino: “Con el paso del tiempo, me voy amigando con el tipo de actriz que soy”

En diálogo con diario Hoy la actriz nos habla de sus proyectos.

En Jesús López, de Maximiliano Schonfeld, de reciente estreno y que pasó por el 36 MDQ Film Fest, Sofía Palomino tiene un rol clave. Para saber más sobre su trabajo en ella y próximos proyectos, diario Hoy habló con ella.

—En medio de este contexto tan particular, ¿cambia para el actor el rodaje con protocolos?

—Es un plomo hacerse el hisopado todo el tiempo, es molesto, invasivo, en las series es todo el tiempo, en las películas es menos. Igual en Jesús López y en la película que rodé en Uruguay, en La Pedrera, éramos como burbuja. Ahora voy a descansar un poco.

—¿Te gusta ver tus trabajos?

—Sí, me veo, siento que pude hacer mejor algunas cosas, pero creo que con el paso del tiempo y a medida que voy creciendo me voy amigando con el tipo de actriz que soy, no es que no tengo que seguir aprendiendo, pero estoy disfrutando más del cine, con una idea de apertura y viendo hacia dónde va mi carrera. Sí lo que no me gusta es verme mientras estoy rodando, me gusta que me digan qué debo hacer, ensayo, pero no ver en ese momento. Me gusta ver la película terminada, entro en el viaje de la propuesta sin sentir que soy yo, y ahí está lo más atractivo, verte como parte del paisaje, como una foto tuya de Instagram.

—Te toca generalmente hacer películas en naturaleza, no tanto de encierro….

—En Emilia hay más escenas adentro, aunque es en Patagonia, pero siempre me toca viajar, o a Entre Ríos, Mendoza, al Sur, Uruguay…

—Entonces para vos hacer cine es una excusa para viajar…

—Es una excusa, pero también esto de envejecer, da más fiaca salir de tu casa. El último de Uruguay me costó mucho.

—¿Tenés representante?

—Sí, pero las propuestas llegan generalmente por directores o directoras de casting, el representante es más un compañero que te ayuda a arreglar cosas incómodas que hay que arreglar. Me representa hace muchos años, pero yo estoy interesada en hacer cine y este tipo de cine, y es más común que te llegue por un amigo de un amigo de un amigo.

—¿Cómo llegaste a la película y cómo fue ingresar al mundo de Jesús López?

—Llegué a la película por Verónica Suoto, directora de casting, con Maxi me castearon, a mí me habían ya alucinado las escenas que tuve que hacer, me parecían raras, lindas, el personaje muy salvaje y fui alucinada y decidida al casting. Entre esa instancia hasta que se filmó pasó mucho tiempo, sabía que había gustado, pero la espera se hizo larga y pensé en un momento que iban a elegir a otra, pero lo hicimos. Entrar al mundo de la película, lo hablé en otras entrevistas, tiene mucha belleza poética, es una película valiente sobre cómo trabaja la idea del doble, y mi personaje es medio cómplice de la película, como si los dos fueran testigos del corrimiento de las personas, es como una médium, es alguien que transita la perdida desde otro sentido, es un personaje salvaje, de piba de pueblo con moto. Me están llamando para esas cosas, me encantan estos personajes, espero que no me encasillen, pero igual para lo que me llamaron hasta ahora, me encanta, bienvenido el encasillamiento.

—¿Qué pensaste de la historia?

—Es un pueblo bastante fantasmagórico y la muerte está en el aire por el tema de los agrotóxicos que enferma a la gente, pensando ahora en voz alta, que está presente. Quizás hay algo de eso, los pueblos son misteriosos, todo puede ser misterioso depende de cómo se lo mire, me atrajo de la película cómo estaba escrito, hermoso, una delicia, la historia tenía su complejidad, pero más cómo estaba pensado, e imaginaba cómo iba a llevarse a la pantalla, Maxi es un genio, cómo pudo llevar el guión a la pantalla, es un director que se banca mucho ser quien es y se acompañó mucho en lo que él quería hacer de verdad. El rodaje estuvo a la altura, porque podría haber quedado solo en intenciones.

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