entrevista

Juan Gil Navarro: “Lo contrario del miedo no es la valentía, es la amistad”

El talentoso actor se sube todas las semanas a componer un personaje clave en la versión teatral de la película ganadora del Óscar.

Juan Gil Navarro es uno de los protagonistas de Druke, que se ve en el Teatro Metropolitan, junto a Pablo Echarri, Osqui Guzmán y Carlos Portaluppi. Hablamos con él para saber detalles de la obra.

—¿Qué significa la amistad para vos?

—A mí me se me viene a la cabeza una frase que le escuché una vuelta decir a Alejandro Dolina que es que lo contrario del miedo no es la valentía, es la amistad. Y siempre me pareció interesante eso. Hay una película irlandesa maravillosa, Los espíritus de la isla, y es el vínculo de dos amigos que terminan representando las diferencias que tienen Irlanda del Norte con Irlanda del Sur, y uno deja de hablarle al otro y el otro no entiende por qué. Y el otro insiste porque no puede entender eso. Sufre, sufre, sufre, y el otro también sufre. Al punto de amenazarlo, si se acerca se va a cortar un dedo para que no le hable más. Es una maravilla. Y yo creo que hay algo de eso, sí, que los amigos encarnan y representan todo lo que uno quisiera ser cuando no puede ser lo que quiere ser. Entonces uno sale a buscar ahí, porque sabe quiénes son esos amigos. Yo tengo amigos nuevos de hace 20 años que son hermanos y sin embargo con ellos no tengo el ritual de juntarme una vez cada mes o cada mes y medio, que sí son tres. No lo he dicho nunca, mis amigos, Matías, Gustavo y Juan Martín. Nos conocemos desde la primaria y cada vez que nos juntamos ocurren cosas que son muy similares a las que ocurren en la obra, porque somos realmente distintos. Y por ahí no tener la asiduidad del alma tan seguido hace que cuidemos de alguna forma, porque con los más próximos por ahí te mandás a la mierda. No te enojas, pero uno tiene un contrapunto. Es como una caja negra de lo que uno ha sido. Entonces tus amigos saben mucho quiénes carajos son, no te mienten. La caja negra no te miente nunca.

—¿Habías visto la película?

—Hace mucho tiempo, cuando se estrenó.

—¿Y en el momento qué te había pasado? Hubo cierta polémica por lo que planteaba y demás, pero después nada...

—Era el mismo, la forma en la que metía el dedo en la llaga era el gancho, para que la gente descubriera Che es una apología de cómo es, lo que la gente desconoce es que también la película es una adaptación de una obra y que además la película se firma con una interrupción porque se le muere la hija al director y entonces tienen que hacer un alto del rodaje y tomar toda esa angustia y esa tragedia que él no había tenido mientras escribía la obra y que sí está plasmada y está plasmada en el final de la película. Mira qué interesante la evolución de un material.

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