entrevista

Ernestina Pais: “A mí me gusta lo coral”

La conductora vuelve a la actuación de la mano de José María Muscari en una de las grandes apuestas de la temporada veraniega porteña.

El divorcio del año, dirigida por Mariela Asensio y José María Muscari, tiene a Ernestina Pais como una de sus protagonistas y con esta obra se produce su regreso a la actuación. Hablamos con Pais para saber más detalles de la propuesta.

—¿Cómo fue sumarte a este grupo con Guillermina Valdés, Rochi Igárzabal, Juan Palomino y Fabián Vena?

—A mí me da mucho placer el grupo que tenemos. Porque cada uno sabe lo que tiene que hacer. Nadie tiene que venir a mostrar acá sus cargas de nada. Cada uno sabe perfectamente quién lo trajo hasta acá, quién es. O sea, que nadie se la está midiendo con nadie. Y es un placer ensayar.

—No hubo un problema sobre quién estaba en una punta o en la otra en el cartel...

—Nada. No, yo ni me interesé. Yo ni sé cuándo lo hicieron la verdad ya está hecha.

—Ya está.

—Yo ni siquiera tengo representante, imagínate. Y en cuanto al personaje, el personaje de Guillermina me convoca, obviamente, a la abogada mediática despiadada del momento. Y de golpe, esta relación que era de una manera se empieza a desarmar cuando una situación se descubre en la mitad de la obra.

—¿Cómo es volver a la actuación? ¿Extrañás la tele?

—No.

—Nosotros sí te extrañamos.

—Gracias por decir que me extrañan. Me lo hacen saber mucho todo el tiempo. Sé que tengo el nervio y el músculo súper afilado porque me pasa que me sale. Yo me conduzco encima, o sea, me encanta, lo siento, lo visualizo. Pero a mí me gusta lo coral, es el tema de toda mi vida. Porque hasta el año 2023, previo a mi internación, yo conduje radio y tele doble turno, toda la vida desde que tengo 20 años. Nunca había tenido un parate laboral, nunca. Así me quedó la cabeza. Y lo cierto es que yo no hago las cosas a medias. Cuando yo me pongo a conducir, me siento, me doy un papel y conduzco. Produzco, conduzco, me ocupo de todo, no tengo en este momento las ganas de eso. Algo tiene que correrse para que eso entre de nuevo. No puedo seguir con jornadas y ser el único puchimbol donde, obvio, va lo bueno pero también va lo malo. Y en este momento necesito cosas más equilibradas, más corales, más de familia. De saber que llego y si va a pasar algo, me van a ayudar. El teatro es humano. La tele en este momento es un ring muy difícil. Donde vos entrás en determinados temas. Porque está pasando tal cual cosa en su vida. Yo conecto con la vida de otro lugar. Hoy cualquier situación que tenga algún tipo de conflicto me la pondrían en la agenda. Yo no quiero hacer eso. Y sería una pelea enorme. Entonces el teatro tiene otra humanidad.

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