LOS ´90

Mónica Guido, una vedette que dejó su huella en los 90

En un repaso histórico por los ciclos, personajes y figuras que marcaron un momento de la TV argentina, diario Hoy recuerda a la diva santafesina.

A fines de los años 80, Mónica Guido hacía la entrada triunfal por la puerta grande y se consagraba como una vedette de primera línea. Tiempo después comenzó a trabajar en obras de comedia y películas junto a capocómicos.

Sin embargo, la popularidad llegó con su trabajo en el show de Jorge Porcel y luego al protagonizar la portada de la revista erótica Playboy.

Con paso firme, la mujer se hizo un lugar en los medios de comunicación y siempre mantuvo su imagen con el mismo look. Es decir, su cabello enrulado, los labios prominentes y el delineado clásico que marcó un estilo.

Con curvas imponentes, fue también convocada para estar en Brigada cola, un show que inició en 1990 por la pantalla de Telefe y cuyo protagonista fue Guillermo Francella. Allí supo interpretar a una sensual psicóloga que prestaba sus servicios ante la disparatada aventura del equipo. Luego también llevaron a cabo obras de teatro y un filme.

Una vez que estuvo en la cúspide, Mónica Guido comenzó a hacer apariciones más esporádicas debido a la maternidad de su única hija llamada Giuliana, quien se recibió de médica. Ambas conviven y se llevan muy bien.

Luego de convertirse en madre, la mujer comenzó a dedicarse a la venta de indumentaria, calzados y carteras en discotecas.

Sin embargo, se dio la chance de volver al ruedo una vez que fue invitada a participar en una serie de capítulos de la remake argentina de Casados con hijos.

Tiempo después dio a conocer el motivo de su ausencia y era debido a un problema de salud que la aqueja desde entonces. Sucede que sufría de una enfermedad que le impidió poder moverse libremente y debió ser intervenida quirúrgicamente.

Lamentablemente los resultados no fueron los esperados y esto complicó su cotidiano hasta en las tareas más simples. Así debió replantear la actividad del día a día hasta que mejoró poco a poco.

Cuando fue indagada al respecto, la mujer comentó que vive con lo justo, ya no goza de popularidad mediática pero es feliz junto a su hija y las mascotas en común.

Además no descarta regresar a los escenarios si algún proyecto pudiera seducirla o entusiasmarla.

Con 61 años, Mónica continúa con su perfil sensual y el abultado pelo negro que la llevó a la cima, es decir con la elegancia y el estilo intacto. Hasta el momento no se supo nada nuevo sobre su situación sentimental.

En las redes sociales

A través de su cuenta de Instagram, Mónica muestra el día a día como también las actividades que realiza.

Asimismo, pueden verse las imágenes de sus amores caninos. Es importante recordar que es una gran militante por los derechos de los animales.

Tiene mascotas que son su gran compañía en estos tiempos y conviven en una modesta casa en el Gran Buenos Aires.

También la acompaña Giuliana, la primogénita, que como se ha mencionado se recibió de médica en la Universidad de Buenos Aires.

Por otro lado, suele emitir postales que recuerdan su paso por la pantalla chica. Es decir, de las pequeñas escenas que la mantuvieron como actriz, modelo o vedette.

Fiel a su estilo elegante, la mujer también deja su marca gracias a los accesorios que luce como gorros, bufandas, sombreros y hasta se anima a las vinchas más retro.

En relación al amor, a esta escultural mujer de labios prominentes nunca se le conoció una relación sentimental con colegas del ambiente. Por el contrario, siempre mantuvo un perfil muy bajo sobre esta arista de su vida íntima.

De hecho, se mostró en una relación afectiva cuando su hija estaba naciendo y allí concedía notas junto al hombre que la acompañaba en este momento tan especial.

A lo largo de las entrevistas escasas que ha dado en el último tramo, la mujer no se expresó sobre ninguna vinculación y goza de la tranquilidad de los días en el hogar que supo construir.

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