El primer jardín de infantes de la Provincia y el único caso dentro de un Parque
Llegó el lunes en que las maestras jardineras recibirán saludos especial o el beso más tierno del año, al celebrarse el “día propio”. En la ciudad, el “General San Martín” tiene una historia que lo distingue y que diario Hoy lo descubre
La fecha del 28 de mayo es una de las que tiene el almanaque del año para ellas, las maestras jardineras y los mismísimos Jardines. Se homenajea a su vez a una figura de principios del siglo pasado, Rosario Vera Peñaloza, quien fundó el primer jardín para niños en el 1900. Rosario tuvo cuna en La Rioja, naciendo el mismo día de Navidad de 1873. El Consejo Nacional de Educación, tiempo más tarde, le encargó la formación del Primer Museo Argentino para la Escuela Primaria (hoy Complejo Museológico del Instituto Félix Bernasconi).
¿Cuántas maestras jardineras habrá que contar después de ella? Acertijo eterno, como la admiración que existe en torno a sus figuras maternales.
Parece un cuento, pero no…
En la ciudad, en 1943, arrancó lo que se constituiría un caso histórico: las bases del primer jardín registrado en la Provincia de Buenos Aires. ¿Como fue? “En realidad se trató de un espacio de contención adentro de la sede del Centro de Fomento San Martín (calle 22 y 53). Ea una contención para los hijos de aquella familias que tenían a papá y mamá trabajando. A los chicos se les brindaba diariamente la copa de leche, que constaba de pan y batatas asadas”, narró a Hoy la actual secretaria María Garrido.
Ese lugar en la institución fue la antesala de lo que hoy es un brillante jardín municipal, el Nº 3, que precisamente lleva el nombre del Libertador. De la sede del club, ante un clamor que fue creciendo entre los vecinos y directivos, se pasó a construir el Jardín de Infantes a cinco cuadras… ¡en el mismo corazón del Parque!
Sí, entre la bella arboleada del Parque Juan Vucetich (también conocido como San Martín), en 51 entre 24 y 25, es donde hasta la actualidad muchos pequeños disfrutan de la primera etapa del aprendizaje.
Garrido agrega a la crónica más datos inéditos: “había tres maestras y trabajaban ad honorem. Se denominaba recreo infantil para chicos en edad escolar”.
En la mudanza, se encontraron con un galpón al que había que acondicionar. Se sumaron en aquella época los vecinos y parte del Regimiento 7 que entrenaba en ese lugar. La habilitación llegó en el año 1952. Y fue el primer Jardín Infantes de la Provincia de Buenos Aires.
Los años dejan recuerdos. Rosario Vera Peñaloza nunca se enteró cuando partió el 28 de mayo de 1950 que su obra inspiraría a que hoy se recuerden a tantas maestras jardineras y jardines, a lo largo y ancho de la República.
