A 16 años de la tragedia de Cromañón: “Todavía siguen pasando estas cosas”

Diario Hoy dialogó con un sobreviviente del incendio en el local de Once, donde fallecieron 194 personas el 30 de diciembre de 2004.

El 30 de diciembre de 2004 marcó a toda una generación que se vio golpeada por la tragedia de Cromañón, luego de que un incendio durante el recital de la banda de rock Callejeros se llevara la vida de 194 personas, muchos de ellos jóvenes y adolescentes.

Diario Hoy dialogó con Juan Ignacio Filardi, quien sobrevivió junto a su padre Oscar a una de las noches más dolorosas para la sociedad argentina. A 16 años de aquella fecha, la lucha sigue para que la memoria se mantenga activa.

—¿Cómo fueron estos años de lucha para evitar que la tragedia de Cromañón quede en el olvido?

—La memoria se mantuvo, el año pasado con los 15 años hubo actos muy grandes y la responsabilidad es de los sobrevivientes y familiares que no permitieron que sea una causa sin justicia y que no quede en el olvido. Hubo otros casos a pesar de los años, el más reciente el de Lucia en San Miguel, pero si hoy hay un antecedente de cómo luchar ante esas tragedias evitables, es gracias a las organizaciones del mundo Cromañón, para que si llega a ocurrir, las familias sepan qué hacer.

—¿Qué se siente haber sobrevivido a esa tragedia junto con tu padre?

—Este año pensé mucho en la relación con mi papá, logré tomar dimensión de la importancia que tuvo que él haya estado ahí. A los 15 años a ningún adolescente le gusta que su padre esté metido en las reuniones pero hoy veo que tuvo una importancia trascendental, no sé qué hubiera sido de mí ese día si no estaba mi papá y no sé dónde estaría ahora, no sé cómo habría sido encontrarme con mis amigos en ese estado. En lo personal, reforzó el vínculo, tenemos algo en común desde hace 16 años y lo vivimos de la mejor manera posible.

—¿Cómo ves a los jóvenes de hoy en cuanto a la conciencia sobre este tipo de casos?

—Los pibes de hoy son mucho más vivos, más inteligentes y tienen muchas herramientas a disposición porque hoy con un celular podés saber a dónde estás yendo, quién es el dueño, si pasó algo ahí, cuestiones que no teníamos antes. Sin embargo hay algo propio de la inocencia de la edad, que es eso de las ganas de divertirse a pesar de todo, que somos de una manera cuando estamos solos o en grupos, y creo que hay que seguir trabajando en la conducta colectiva para cuidarse a uno mismo y a quienes tenemos cerca.

—¿Qué te hizo seguir adelante y cuál es tu reflexión en este nuevo aniversario?

—Lo que me hace seguir adelante es mi amor propio y el de mi familia, el cariño de mis amigos y un deseo que tuve cuando a los 15 años tuve que salir de ahí, que tengo hoy para seguir viviendo tranquilo. La reflexión que me queda es que todavía estas cosas siguen pasando, hay que divertirse sin poner en riesgo a los demás, cuidarnos y cuidar a los que tenemos al lado, y estar atentos porque vivimos en una ciudad atada con alambre y nos sabemos lo que puede pasar.

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