Ciencia

África: descubren las huellas de una especie humana desconocida

Antes atribuidos a los osos, unos rastros encontrados en Tanzania sugieren que distintos homínidos se movían sobre dos pies hace 3,6 millones de años.

Un equipo de científicos dirigido por Charles Musiba, profesor de Antropología en la Universidad de Colorado (Denver), acaba de realizar un aporte extraordinario en su campo. Según su estudio en el yacimiento africano de Laetoli, al norte de Tanzania, una especie humana aún desconocida pudo caminar sobre la planicie hace unos 3,6 millones de años. El hallazgo, publicado en la revista Nature, sugiere que el bipedalismo habría empezado al menos de dos maneras distintas en el este de África.

Buena parte del hallazgo también es gracias a los volcanes. Hace más de 3,6 millones de años, una erupción cubrió con una lluvia de cenizas el paisaje de Laetoli. Así, mientras buscaban agua y alimentos, los animales que vagaban por allí dejaron su impronta en el suelo. Junto a las huellas de avestruces, jirafas o hienas, quedaron grabadas otras con la forma de nuestros pies. En los años 70, esas huellas fueron descubiertas por la paleontóloga Mary Leakey y se transformaron en la evidencia más antigua de un miembro del linaje humano capaz de caminar erguido. Es decir, el rastro del Australopithecus afarensis, la especie a la que pertenece “Lucy”.

A pocos metros de esa zona, en el sitio denominado A, también apareció otro conjunto de huellas misteriosas que fueron atribuidas a un oso joven que caminaba sobre sus patas traseras. Ahora, medio siglo más tarde, el equipo de Musiba volvió sobre aquella pista. Excavaron nuevamente, limpiaron por completo cinco pasos consecutivos y, finalmente, midieron, fotografiaron y escanearon en 3D todas esas huellas.

De acuerdo al estudio, las huellas contenían las impresiones de un dedo gordo grande y un segundo dedo más pequeño. La diferencia de tamaño entre los dos dígitos era similar a la de los humanos y los chimpancés, pero no a la de los osos negros. Asimismo, los investigadores realizaron una serie de experimentos con osos negros semisalvajes del Kilham Bear Center y registraron más de 50 horas de video en las que los animales caminaron en dos patas menos del 1% del tiempo. “No pueden caminar con un paso similar al de las huellas del sitio A, ya que la musculatura de su cadera y la forma de la rodilla no permiten ese tipo de movimiento y equilibrio”, dijo Jeremy DeSilva, profesor de Antropología en Dartmouth.

Las huellas del sitio A tampoco coincidían con las recolectadas de chimpancés, algunos de ellos en el santuario de la isla Ngamba en Uganda. Los chimpancés tienen talones relativamente estrechos en comparación con su antepié, un rasgo compartido en común con los osos. Pero las huellas de Laetoli tienen talones anchos en relación con el antepié.

Todos estos detalles demuestran que probablemente las huellas fueron hechas por un homínido que se movía sobre dos patas. Uno con una forma particular de caminar. Alguien que cruzaba una pierna sobre la otra cuando andaba. Pero ¿qué tipo de homínido? “Tenemos esta evidencia desde la década de 1970. Solo fue necesario redescubrir estas maravillosas huellas y un análisis más detallado para llegar aquí”, concluyó DeSilva.

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