cultura
Algunos secretos de los idiomas que se hablan en el mundo
La aldea global que habitamos tiene mucho de torre de Babel. Cada una de las lenguas que se usan en todo el planeta no solo tiene una larga historia, sino que encierra también muchas curiosidades.
Se calcula que en la actualidad se hablan cerca de 2.700 idiomas. De los europeos, el más extendido es el inglés. No obstante, el más difundido del mundo es el francés, que desde hace siglos viene entrando en la educación de toda persona medianamente culta en cualquier lugar del mundo. Por lo demás, el idioma más extendido es el chino, que es hablado por más de 500 millones de personas.
Durante todo el siglo XVIII, el francés fue el idioma del “hombre de mundo”. El barón Pollnitz, en los comienzos, y el conde Lamberg, en las postrimerías del mismo, refieren sus recuerdos mundanos en un francés tan excelente como el italiano casanova. Federico el Grande habló, escribió y versificó durante toda su vida mejor en francés que en alemán, el margrave de Bayreuth. Voltaire escribió en 1750, desde Potsdam: “Me encuentro en Francia; no se habla más que nuestra lengua; el alemán es únicamente para los soldados y los caballos”. Curiosamente, el alemán es el único idioma donde el Sol es femenino, la Luna, masculino, y una muchacha, neutro. Recién cuando se casa pasa a ser femenino.
El francés era el primer idioma al que recurría la aristocracia en nuestro país que tenía el sentimiento supremacista de sentirse europeo trasplantado. Por ejemplo, Victoria Ocampo fue educada por una institutriz que le hizo adoptar el francés como primer idioma.
Los habitantes de Inverness, Escocia, considerada como la verdadera capital de los Highlands, se enorgullecen de hablar el inglés más puro de la Gran Bretaña. Por su parte, el finlandés es un idioma enrevesado; guarda parentesco con el magiar y el vasco, e incluso ofrece una flexión complicadísima, hasta el punto de tener más de veinte casos en la declinación. En los restaurantes donde no hay cubiertos, el panorama se complica. Los platos están en finlandés. Si se acude al maitre, trae una abultada carpeta que sirve como diccionario gastronómico: cada plato lleva un número y está escrito en ocho idiomas.
Algo que sorprende mucho a los extranjeros que visitan Grecia por primera vez es la forma en que los naturales subrayan la afirmación “sí”: moviendo la cabeza como el resto del mundo se acostumbra a decir no. Y para subrayar el “no” proceden a la inversa.
En el idioma esquimal, una palabra puede expresar la significación de un párrafo entero y, sin embargo, es solo una palabra, porque ninguna de sus palabras componentes tiene en absoluto significado separado del núcleo verbal central. Es un idioma imposible para el extranjero, ya que cada nueva sílaba de una palabra modifica sutilmente a todas las otras.
Hay un grupo de lenguas que se comprenden en la denominación de semíticas o judaicas. Entre ellas algunas que reciben el nombre antiguo que tenía Siria, y es Aram. De una de estas lenguas arameas se servía Jesucristo, porque antes de su venida al arameo era la lengua oficial de Palestina.
La lengua aramea no es muy grata al oído; sus palabras carecen de belleza fonética; y por su vocabulario, sintaxis y contextura no merece contarse entre los idiomas más desenvueltos y perfeccionados. Aun así, por ninguna razón debería considerarse despreciable: la lengua que hablaba Jesucristo era humilde y estaba en armonía con todo lo que sabemos acerca de su vida.
El sánscrito fue introducido en Europa por un accidente curioso. Uno de los empleados de la Compañía de las Indias, Alexander Hamilton, fue detenido en París durante las guerras napoleónicas. Empleó el tiempo en enseñar el sánscrito a sus compañeros de prisión, y entre sus discípulos estaba el poeta y filósofo alemán Schlegel, quien, al regresar a Alemania, publicó su obra Sobre la lengua y el saber de los indios.
El problema más serio de la India es el de un idioma común. Solo en el Indostán hay cerca de sesenta millones de personas que hablan el bengalí, lengua muy evolucionada y con importante literatura; otras millones de personas que hablan el hindú; el marathi; el oriya e incluso las lenguas primitivas. Ningún gobierno ha logrado resolverlo exitosamente. Sin embargo, a un cierto nivel de cultura, el inglés se ha convertido en el único idioma común.