Barbijo y calor: cómo cuidarse de las altas temperaturas

Si bien el uso de tapabocas durante el invierno no generó problemas, ¿qué pasa cuando se utiliza en jornadas con más de 30 grados? La opinión de los expertos.

Desde la llegada del coronavirus, el tapabocas pasó a ser uno de los elementos indispensables para contrarrestar los efectos de la pandemia. Si bien durante el invierno su uso no demandó esfuerzo alguno, el comienzo del verano plantea un nuevo desa­fío para la población.

Como cada temporada estival, la sucesión de altas temperaturas lleva a poner el foco en algunos detalles como la hidratación y el tipo de vestimenta que se usa, con el fin de evitar un golpe de calor.

Pese a que el barbijo representa un condimento más para este verano, los especialistas aseguran que su uso “no incrementa en demasía la demanda fisiológica de oxígeno”. De acuerdo a Damián Zopatti, médico clínico del Hospital de Clínicas, el uso de tapabocas no representa un riesgo extra siempre y cuando las tareas cotidianas se realicen “de forma tranquila y tomando los recaudos pertinentes en relación a las recomendaciones clásicas sobre la prevención del golpe de calor”.

Según el especialista, lo más importante es reconocer la necesidad de “mantenerse hidratado”. “Las personas mayores, por la edad, se vuelven menos sensibles a sentir sed, por lo que deben recordar y tener como hábito tomar agua. Cuando la temperatura sube y comienzan los síntomas, el cuerpo puede haber perdido cantidades significativas de líquido, que se deben reponer de forma constante”, aseguró.

Un golpe de calor representa el aumento de la temperatura corporal, ya sea por una exposición prolongada al sol o por hacer actividades en ambientes calurosos y poco ventilados. En este sentido, Zopatti explicó que “se produce porque el cuerpo pierde agua y sales”.

Entre los principales síntomas se pueden destacar: temperatura corporal mínima de 39 o 40 grados; piel roja, caliente y seca (se agota la transpiración); convulsiones; respiración y frecuencia cardíaca acelerada; dolor palpitante de cabeza; y alteración del estado mental y del comportamiento (como vértigos, mareos, ­desorientación, delirios, confusión o pérdida de conocimiento).

Qué hacer frente a un golpe de calor

Desde el Ministerio de Salud advierten que no deben administrarse medicamentos antifebriles ni friccionar la piel con alcohol, ya que causa intoxicación.

De acuerdo a Zopatti, ante un golpe de calor, las personas jóvenes deben recibir líquidos, aunque remarcó que esta hidratación no debe hacerse solo con agua. “Es recomendable agregar bebidas con sales, o un jugo de fruta y después enfriar el cuerpo”.

“Lo más importante es prevenir. Las personas mayores y los bebés deben estar en condiciones frescas, con agua suficiente. Si comienzan a sudar mucho, o están demasiado tran­quilos o tienen sed, hay que ofrecer líquidos. Y si se quedan dormidos o se desmayan, hay que dar aviso al médico y/o activar un llamado al sistema de salud”, destacó.

Claves para la prevención

A la hora de prevenir, el profesional ­recomienda:

- Mantener una hidratación adecuada.
- Evitar comidas pesadas y de lenta ­digestión.
- Usar ropa clara y fresca.
- Usar gorras o sombreros frescos al momen­to de transitar bajo el sol.
- Evitar las horas de mayor calor.
- Permanecer en espacios y ambientes ­ventilados.
- Ducharse con agua templada para reducir la temperatura corporal.

Noticias Relacionadas