Biblioteca Central de la Provincia: “Nos encantaría que todos la sientan suya”

En el marco de una serie de actividades, muestras y ciclos, la institución ubicada en calle 47 parece gozar de una nueva vida. Cien mil volúmenes y una misión tutelar: difundir a los autores bonaerenses.

Durante los últimos meses, la Biblioteca Central de la Provincia de Buenos Aires parece gozar de una nueva y cada vez más saludable vida como institución. Desde su edificio en calle 47 n° 510 (casi esquina 5), ha lanzado una serie de actividades, muestras, talleres y ciclos que convocan a un público cada vez más amplio. Así, en articulación con la Dirección Provincial de Bibliotecas y Promoción de la Lectura y la Dirección de Bibliotecas Populares, la institución vuelve a emplazarse como un nodo cultural de gran relevancia no solo para la ciudad de La Plata, sino para toda la región.

Ubicada en pleno corazón de la ciudad, la Biblioteca Central es un lugar de paso obligado para buena parte de los platenses. Un edificio de seis pisos rodeado de algunas de las instituciones más célebres de la ciudad, como el Rectorado, la sede central del Banco Provincia, el Edificio Karakachoff o el Pasaje Dardo Rocha. “Sin embargo, en nuestro vivir cotidiano, siempre nos encontramos con personas que no conocen la biblioteca o que no saben que es gratuita ni la oferta no solo de material de lectura y de espacios, sino de actividades de extensión cultural que permanentemente se ofrecen, como cine, literatura y música, muestras, recorridos guiados, etc.”, dijo Celeste Medina, su directora. “Así que nos encantaría que todas las personas de la ciudad pudieran apropiársela, sentirla suya, habitarla con confianza. Ese es nuestro mayor deseo”, expresó.

Creada el 23 de febrero de 1950, la biblioteca llegó a su domicilio actual en 1973. Durante los primeros años se la conoció como General José de San Martín y, posteriormente, a partir del año 2008, fue bautizada como Ernesto Sábato. En la actualidad cuenta con una colección cercana a los 100.000 volúmenes, un sector infantil, otro juvenil, hemeroteca, un gabinete de medios audiovisuales y su biblioteca braille y parlante. La Sala Tesoro, en ese sentido, es uno de sus grandes orgullos. Un espacio donde se albergan primeras ediciones, colecciones personales de referentes de la cultura provincial, obras ­únicas, antiguas y raras cuyos períodos de edición van desde el siglo XVI hasta principios del XIX.

“Es la única biblioteca que tiene como misión tutelar preservar pero especialmente difundir la colección de autoras y autores bonaerenses”, apuntó Medina. “Por eso, en la sala de lectura, hay una colección especialmente dedicada a la producción bonaerense. Es cierto que hay más obras literarias que de otra naturaleza, pero esperamos poder seguir enriqueciéndola con otros géneros. Además, dentro de esta colección se incluye material cuya temática es alguna localidad, municipio de la Provincia”, agregó.

Entre sus objetivos prefijados, la Biblioteca Central se propone ofrecer un servicio de referencia virtual para que cualquier persona de todo el territorio bonaerense pueda realizar consultas online y solicitar ayuda bibliográfica. Asimismo, otra función que cumple la institución es la de acompañar a cualquier biblioteca popular, pública, comunitaria de la Provincia que requiera asesoramiento, ayuda, intercambio de ideas sobre cuestiones bibliotecológicas.

“Los actuales encuentros regionales de cultura que organiza el Instituto Cultural están posibilitando este diálogo no solo con otras bibliotecas, sino también con editoriales y escritoras/es locales, actores y actrices indispensables para pensar un trabajo de entramado verdaderamente pluralista”, comentó Medina. “Además, la Biblioteca Central trabaja de forma articulada con la Dirección de Bibliotecas y Promoción de la Lectura, quien tiene un vínculo directo con la Red de Bibliotecas Populares de la Provincia, y desde allí también ponemos a disposición la Biblioteca Central, la presentamos, la promovemos al servicio del trabajo cooperativo provincial. Es un trabajo artesanal, pero no dudamos de que la semilla irá germinando poco a poco”, cerró.

Los ciclos y muestras que se vienen

Entre la nutrida agenda de actividades, la Biblioteca Central de la Provincia ofrece una serie de actividades, muestras y ciclos de acceso libre y gratuito. Uno de sus clásicos es “Escribir cuadro por cuadro”, un ciclo de proyecciones “para descubrir grandes películas basadas en obras literarias”. La cita es los miércoles, en la Sala Haroldo Conti. Por otro lado, la institución también lleva adelante el ciclo “Cuentos que muerden”, donde se utiliza la música, la danza y la actuación para recrear los relatos infantiles que fueron prohibidos durante la última dictadura cívico-militar.

Asimismo, dos jueves por mes tiene lugar el ciclo “Miguel Grinberg”, una propuesta dedicada a los libros del universo de la música, “desde biografías hasta ensayos críticos, pasando por la entrevista, la recuperación de archivo, la viñeta autorreferencial, la poesía y la antología”. En ese marco, durante octubre se presentará la muestra Medio siglo en la tapa, una exposición que retrata el paso de Charly García por la prensa gráfica del rock argentino.

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