Celiaquía, una problemática para entender y atender mejor
Como cada 5 de mayo, se conmemora hoy la jornada internacional, con varias actividades en nuestra ciudad, de una enfermedad que hasta el presente no tiene terapia farmacológica para tratarla y que sólo se revierte con una dieta estricta de alimentos libres de gluten, de por vida. El diario Hoy conversó con especialistas en la materia
Los alimentos celíacos pueden parecerse en el gusto, la forma o la textura. Pero un mínimo descuido a la hora de la ingesta podrá descomponer a las personas que están bajo el estigma de una forma de vida especial y que aún no encontraron solución médica.. salvo por el cambio de lo que llevan a su boca.
Intolerancia al gluten que producen lesiones en las vellosidades del intestino delgado, disminuyendo el nivel de absorción de los nutrientes, son el misterio aún no develado. Según contó la joven propietaria de un local exclusivo para celíacos, Leslie Núñez, “antes la gente cazaba o recolectaba, pero ante el crecimiento exponencial de la sociedad y al no dar abasto con la producción de alimentos, se colocaron cada vez más químicos, apareciendo enfermedades autoinmunes como ésta”.
¿Por qué cada vez más casos de celíacos?, siguió consultando el diario Hoy. Mariana Holgado, de 32 años y desde los 19 tratando de mejorar su situación, “ahora hay mas difusión y mas conciencia de los médicos pediatras, que lo diagnostican a edades tempranas”.
Estadísticas crudas: 1 de cada 100 habitantes puede ser celíaco. La realidad también lo es: por el dinero que cuestan estos nutrientes.
Además, no todo pasa por comer. Sino, por la higiene. “Tenemos ollas especiales en casa; si un gramo vuela puede que contamine todo”.
David Rosenfeld es uno de los feriantes intinerantes de las Ferias del jardín botánico del Parque Saavedra y de plaza Malvinas. Su ingenio le ganó a la espada del médico que lo puso contra la pared. “Desde ese momento, empecéa pensar en cuidarme, y así terminé poniendo un puesto propio de harinas artesanales cuidadas de TACC, las que realizo yo mismo, tanto en lo que es la molienda, el tamizado y empaquetado”. Entre esas harinas saludables, David suele vender a buen precio las de garbanzo, quinoa, girasol, maíz, maní, almendras y nueces, entre otras.
“No es algo hereditario, sino genético”, confesó a Hoy una de las integrantes de la comisión directiva de la Asociación de Celiaquía Argentina, con veinte filiales en el país y su sede madre en La Plata, donde los habitantes empiezan a encontrar variantes de consumo, aunque todavía no tantas como en el mercado capitalino.
“Con la dieta, el intestino vuelve a recuperarse”
Por Alicia Califano
(Investigadora CONICET, doctora en química, egresada de la UNLP y licenciada en la UBA)
Desde que trabajo en investigaciones en tecnologías de alimentos, una de las líneas del grupo fue abordar la celiaquía, ya que hace 10 años atrás -además de haber muy pocos productos en Buenos Aires y muchos menos en La Plata- tampoco había trabajos publicados. Y nosotros, junto a las tesis, hicimos patentes y publicamos en revistas internacionales. Seguimos hasta hoy con el tema. Cada tres años vamos a los congresos de celiaquía y en Europa vimos el avance con góndolas repletas de productos.
Cabe destacar que no vendemos, sino que recibimos las premezclas y vamos haciendo las nuevas investigaciones.
No es fácil convivir con la celiaquía. Puede traer problemas como osteosporosis, diarreas, muchísimos dolores, pero ahora es mucho más fácil hacer el primer diagnóstico, ya que se avanzó bastante por el lado bioquímico.
Los frescos y los secos, todos carísimos
Las galletitas más económicas cuestan $30 los 100 gramos y otras -de marcas importadas- llegan a valer hasta $65 los 200 gramos. Vienen importadas de Uruguay, Italia, Australia y Rumania.
Entre los productos frescos, en el país se elaboran tapas de empanadas, ravioles, sanguches, lasañas, siendo Tandil una de las ciudades con mejor calidad y precios. En cartelera, con los últimos aumentos, por ejemplo una plancha de raviolones (parecidos a los sorrentinos) están $90 las ocho unidades, rellenos con variantes como pollo, jamón y queso o verdura. Otras marcas, por la misma cantidad, llegan a $140.
En cuanto a la premezcla de harinas (maíz, arroz y mandioca) el costo es de $70 y algunas marcas subieron a $120.