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Científicos recrearon fotosíntesis para materiales nanotecnológicos
Un estudio liderado por especialistas del Conicet e investigadores argentinos radicados en Alemania allanaron el camino para el desarrollo de materiales capaces de convertir luz en calor.
Científicos lograron recrear la fotosíntesis de manera artificial, abriendo nuevas perspectivas en materiales capaces de convertir luz en calor, con aplicaciones potenciales en el almacenamiento de energía en baterías y la producción de hidrógeno verde.
Estos materiales, a través de la simulación de la fotosíntesis, podrían transformar la energía lumínica en calor y, por ende, en formas útiles de energía.
En este contexto, Matías Herrán, quien construyó su tesis doctoral en el grupo de Nanomateriales para Energía liderado por Emiliano Cortes en la Universidad de Múnich, explicó el objetivo fundamental del estudio: “Desarrollar materiales nanoestructurados y utilizarlos para hacer fotosíntesis artificiales, es decir, imitar lo que hacen las plantas al aprovechar la energía solar para producir otro tipo de energía”. La investigación es una colaboración entre el Centro de Investigaciones en Bionanociencias de la Universidad Nacional de San Martín y la Universidad de Múnich en Alemania.
Tanto Herrán como Cortés son egresados de la Universidad de La Plata (UNLP) y desempeñaron roles cruciales en este estudio pionero. Cortés destacó la importancia de su trabajo en Alemania, revelando que su grupo está “desarrollando nuevos nanomateriales y técnicas para el estudio de procesos de conversión de energía solar, térmica o eléctrica a energía química”. Entre los objetivos específicos se encuentran la producción de hidrógeno verde y otros combustibles renovables, así como la búsqueda de soluciones para el almacenamiento de energía en nanomateriales avanzados destinados a baterías de última generación.
Según el comunicado oficial del Conicet, el proceso implica la captación de la luz solar y la búsqueda de materiales que puedan ser utilizados en reacciones químicas para abordar desafíos energéticos. Entre las aplicaciones concretas que exploran se encuentran la producción de hidrógeno verde y combustibles renovables, así como el desarrollo de nanomateriales avanzados para baterías con mayor capacidad de almacenamiento de energía.