“Columbia”: a 15 años de la tragedia que cambió para siempre las misiones espaciales

El transbordador estadounidense llevaba siete tripulantes, pero algo falló y se desintegró en el aire poco antes de su aterrizaje programado

Eran las 13.59 del sábado 1º de febrero de 2003. Millones de personas miraban hacia el cielo de Texas, a la espera del regreso del transbordador espacial “Columbia”, que había partido el 16 de enero con siete tripulantes a bordo: el comandante Rick D. Husband; el piloto William C. McCool; el comandante de carga Michael P. Anderson; el especialista de carga Ilan Ramon, primer astronauta israelí; y los especialistas de misión Kalpana Chawla, de la India, David M. Brown y Laurel Blair Salton Clark.

El día debía convertirse en un hito para la navegación espacial tripulada. Sin embargo,  ocurrió lo peor: la nave estadounidense se desintegró en el espacio apenas 16 minutos antes del aterrizaje programado y todos sus miembros murieron. Los restos del “Columbia” quedaron diseminados en un radio de 200 kilómetros en autopistas, oficinas y bosques de los estados de Texas y Luisiana. En este sentido, aún en la actualidad, la jornada es recordada como una terrible tragedia en la historia espacial.

Según las investigaciones, en la misión STS-107 del “Columbia” algo falló desde el principio, lo que hizo inevitable el desastre al intentar el aterrizaje. De esta forma, un trozo de espuma de poliuretano aislante se desprendió y perforó el ala izquierda de la nave. El fragmento de ese material dañó el escudo térmico y, al entrar en la atmósfera terrestre, los instrumentos del ala izquierda fallaron en cadena. Entonces, el transbordador no pudo controlar su desplazamiento, se desintegró y sus miembros perdieron la vida en cuestión de segundos.

De acuerdo a los relevamientos, los expertos de la Agencia Espacial Estadounidense (NASA) lo habían detectado, pero subestimaron las consecuencias del daño.

Más allá del “Columbia”, el accidente cambió para siempre la impronta de la navegación espacial. La flota de transbordadores estuvo parada durante casi dos años y fue sometida a pruebas, revisiones y mejoras.

Así, los transbordadores estadounidenses se encuentran fuera de servicio. En tanto, la NASA desarrolla la cápsula “Orión”, que realizará un primer vuelo no tripulado en 2019 y uno tripulado en 2021. 

Ese tipo de cápsulas se instala sobre el cohete, no junto a él, según explicó la diseñadora de “Orión”, Julie Kramer White: “Por eso no está tan expuesta a la zona de escombros, algo que fue un gran problema para el Columbia”.

Ahora, la NASA prioriza la seguridad por encima de todo. “Antes era difícil imponer algunas de las precauciones de seguridad que nos hubiera gustado tener. Ahora eso es lo más importante para todos”, aseguró Dustin Gohmert, del Centro Espacial de Houston.

Ayer, en el Centro Espacial Kennedy, la NASA recordó a los siete fallecidos en la tragedia con un homenaje musical a cargo del hijo del primer astronauta israelí.

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