Cómo trabajan los argentinos que salvan vidas en las catástrofes

El Cuerpo Argentino de Rescate SAR fue creado hace 29 años y está integrado por expertos que actúan ante situaciones de extrema emergencia.

Desde hace 29 años, el Cuerpo Argentino de Rescate SAR (Search and Rescue) cumple con una misión de enorme valentía, entrega y solidaridad al poner todos los recursos al servicio de las víctimas.

“Se fundó con el objetivo de trabajar sobre áreas puntuales de la emergencia, precisamente el rescate técnico. Nuestras especialidades son los rescates urbanos, en monte y selva. Todo el personal es voluntario”, explicó a diario Hoy el comandante Carlos García, responsable del Cuerpo.

Esta es una ONG que depende de la Asociación Argentina de Prevención de Catástrofes y el objetivo principal ante cada situación es efectuar un rescate seguro que pueda salvar la mayor cantidad de vidas posibles.

En ese sentido, las convocatorias pueden ser de diferentes fuentes como los gobiernos y también desde organismos internacionales. En este último caso participaron colaborando en el terremoto de 2010 en Chile.

“Un rescate complejo fue uno en Florencio Varela; se había caído una nena en un pozo de 30 centímetros de diámetro y 30 metros de profundidad. Era desesperante, había que ver cómo hacer para que no se desmoronaran las paredes del pozo. Fue muy complejo pero se pudo sacar a la chiquita”, recordó el comandante.

García señaló también que “nunca hay dos casos iguales” y que cada situación que enfrentan tiene sus particularidades. Ante eso también resaltó la importancia de mantener la calma frente a los escenarios más complejos y no dejar que la emoción interfiera en el rescate.

“Realizamos un trabajo realista. Lo primero es llevar al operador lo más cerca de la emergencia que se pueda, luego de muchos ejercicios bajo presión. Como jefe hay que conocerlos mucho también, para saber lo que puede aportar cada persona y hasta dónde puede dar”, expresó García.

El trabajo requiere de una fuerte experiencia, pero además precedentes de otros equipos. García señaló que “cuando se formó el Cuerpo no había nada; no es lo mismo que armar un cuerpo de bomberos porque eso ya tiene legislación”. Entonces debió tomar materiales y conocimientos de otros países del mundo.

“Para ingresar tiene que ser mayor de 18 años, no residir a más de 80 kilómetros de CABA, no contar con antecedentes penales, poseer un título escolar primario y tener mucha vocación. Acá te podemos formar, pero si no hay vocación, no se puede hacer nada”, sentenció.

Voluntariado, un estilo de vida

El referente del SAR Argentina manifestó que uno de los momentos más gratificantes de la carrera como voluntarios es el agradecimiento genuino de las personas que reciben esa ayuda en las diferentes emergencias.

“No hay nada más maravilloso que ayudar y servir a alguien. Es muy gratificante ver la cara de la gente cuando terminamos una misión. Dejamos el alma en el terreno, la gente lo percibe. Hay muchas maneras de ayudar, siempre se puede dar una mano”, aseguró el comandante García.

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