CIENCIA

Confirmado: los dinosaurios eran de sangre caliente

En un nuevo estudio, los científicos analizaron su respiración antes de morir y concluyeron que la mayoría eran endotermos, como lo son las aves y los mamíferos.

De acuerdo a un estudio publicado en la prestigiosa revista Nature, la mayoría de los dinosaurios eran de sangre caliente. Para corroborarlo, los científicos utilizaron por primera vez una innovadora técnica para conocer cuánto respiraban los dinosaurios en su última hora de vida. Como resultado, han concluido que la mayoría eran endotermos, como las aves y los mamíferos. Este no es el primer estudio que indica que los dinosaurios eran de sangre caliente, pero hasta ahora se había llegado a esa conclusión con análisis indirectos, como la rapidez con la que crecían.

Los animales de sangre fría, como los reptiles, dependen del mundo exterior para regular su temperatura corporal. Es fácil ver a los lagartos tumbados al sol, aprovechando los rayos más cálidos. Los de sangre caliente conservan la temperatura a un nivel adecuado gracias a su metabolismo. Durante décadas los paleontólogos han debatido a qué grupo pertenecían los dinosaurios. Se les ha atribuido de todo. Tradicionalmente se les consideraba de sangre fría o ectotermos, para después pensar, al conocer su parentesco con las aves, que eran de sangre caliente o endotermos. E incluso surgió una propuesta intermedia para calificarlos de mesotermos, ni una cosa ni otra.

El nuevo método analiza una de las características más básicas del metabolismo: el uso de oxígeno. Cuando los animales respiran, se forman productos secundarios que reaccionan con proteínas, azúcares y lípidos, dejando atrás “dese­chos”moleculares. Este desecho

es extremadamente estable e ­insoluble en agua, por lo que se conserva durante el proceso de fosilización. Deja un registro de la cantidad de oxígeno que respiraba un dinosaurio y, por lo tanto, su tasa metabólica.

En su estudio, los investigadores buscaron estos fragmentos de dese­chos moleculares en fémures y otros huesos fósiles con espectroscopia infrarroja, un método no destructivo. El equipo analizó los fémures y otros huesos fósiles de 53 especies diferentes de animales, incluidos los dinosaurios (tiranosaurio, hadrosaurio, tricerátops, estegosaurio, alosaurio); sus primos voladores, los pterosaurios; sus parientes marinos más lejanos, los plesiosaurios; y las aves, mamíferos y lagartos modernos. Compararon la cantidad de subproductos moleculares relacionados con la respiración con las tasas metabólicas conocidas de los animales vivos y utilizaron esos datos para inferir las tasas metabólicas de los extintos.

El equipo encontró que las tasas metabólicas de los dinosaurios eran generalmente altas. La mayoría de estos animales, incluidos los terópodos y los saurópodos, los depredadores de dos patas más parecidos a pájaros como los velocirraptores y el tiranosaurio, y los herbívoros gigantes de cuello largo como los braquiosaurios, eran de sangre caliente. Sin embargo, los dinosaurios con caderas de lagarto, como los tricerátops y los estegosaurios, tenían tasas metabólicas bajas comparables a las de los animales modernos de sangre fría. “Pero fue por una pérdida a posteriori, una adaptación a la ectotermia”, concluyeron.

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