Crimen de las mochileras: Acusado solicitó la figura del “arrepentido”

Uno de los dos imputados por el abuso y asesinato de las mendocinas Marina Menegazzo (21) y María José Coni (22) podría sumar nuevos nombres a la investigación

La investigación por el crimen de las mochileras mendocinas en Ecuador suma un nuevo capítulo. Por el aberrante hecho se detuvieron e imputaron a dos hombres. Ahora, Alberto Segundo Mina Ponce (34), alias “El Moreno”, hoy detenido por el asesinato de Marina Menegazzo (21) y María José Coni (22), solicitó a la justicia la figura de “arrepentido” y con ello se explicó que podría sumar nuevos nombres a la investigación.

“Confirmó su participación y colaborará para juzgar a los otros responsables”, anticipó a Hernán Ulloa Ordóñez, abogado de las familias.

Mina Ponce es el vigilador comunal sobre quien pesa la acusación de haber asesinado el 22 de febrero a las turistas argentinas. La figura a la se adscribe es denominada en el código penal ecuatoriano como “atenuante trascendental”. Con su confesión se le rebajaría sustancialmente la pena.

El cambio en la estrategia judicial del acusado llegó después de que el juez de Manglaralto, David Balladares, elevara a juicio oral el asesinato de las mochileras bajo la línea de investigación presentada por la fiscal María Coloma Pazmiño, quien apunta contra el vigilador comunal y su amigo, Aurelio Eduardo Rodríguez (39).

Ambos detenidos son acusados por “doble homicidio agravado”. “Se prevén penas de 22 a 26 años que con agravantes podrán subir a 34 años”, precisó Ulloa Ordóñez, quien explicó que en las últimas horas se incorporaron más de 200 nuevas pruebas solicitadas por su equipo al expediente.

Cabe destacar que las familias de las jóvenes víctimas mendocinas cuestionaron desde el principio la investigación llevada adelante por la Fiscalía General de Ecuador, quien en cuatro meses ya removió a los dos primeros fiscales que se hicieron cargo del caso. Ellas mismas visitaron el país para hacer una investigación paralela y desde el principio declararon que los detenidos eran "perejiles" o "coautores" del crimen, e insistieron en su pedido por ampliar el campo de investigación.

A mediados de mayo se confirmó, en la segunda autopsia practicada sobre los cuerpos de las jóvenes, que las chicas fueron abusadas antes de morir.