Descubren que antiguos fósiles encontrados en Estados Unidos no pertenecen a ningún ser vivo

Científicos notaron que unas especies de esponjas fosilizadas del período Cámbrico Medio en realidad son rocas de sílice que se formaron a partir de procesos no biológicos.

Un grupo de paleontólogos pertenecientes a instituciones científicas estadounidenses publicó en la revista PeerJ evidencias que sugieren que unas especies de esponjas fosilizadas del período Cámbrico Medio, conocidas como Brooksella alternata, son en realidad rocas de sílice que se formaron a partir de procesos no biológicos.

En 1896 se le encomendó al científico Charles Doolittle Walcott la tarea de examinar unos enigmáticos fósiles en forma de estrella con lóbulos encontrados en la Formación de Conasauga, en el sureste de EE.UU. Walcott describió inicialmente a los especímenes fosilizados como medusas con tentáculos. No obstante, también consideró que podría tratarse de esponjas hexactinélidas, pese a que no detectó rastros de espículas, que forman parte del esqueleto de estos animales marinos.

Desde esa fecha, la identidad taxonómica de la Brooksella ha sido reevaluada en múltiples ocasiones. La reconsideración más reciente, divulgada en 2006, propuso que los restos fosilizados correspondían a los de una esponja hexactinélida reticulosana del género protospongia, tal como lo había planteado Walcott hace más de 100 años.

Esta clasificación hizo que la Formación Conasauga fuera considerada como un yacimiento de fósiles preservados por sílice opalino, el cual fue producido por las esponjas. Sin embargo, en esta nueva investigación se descartó que las Brooksella sean de origen biológico, tras someterlas a análisis de forma y químicos combinados con imágenes en 3D de alta resolución obtenidas por tomografía microcomputada (micro-CT).

Los especialistas no hallaron evidencias de características propias de las esponjas de vidrio ni de otras especies marinas, por lo que se piensa que se trata de pseudofósiles. La única explicación de la procedencia de la

Brooksella surgió luego de comparar su composición y estructura interna con otros materiales de sílice producidos por los lechos rocosos del Cámbrico Medio alrededor del mundo.

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