“Cada cachorro que nace significa estar un paso más cerca de recuperar al yaguareté”

En diálogo con diario Hoy, el coordinador de Conservación del proyecto El Impenetrable, de la Fundación Rewilding Argentina, Gerardo Cerón, explicó la importancia del programa de reintroducción de esta especie, tras el nacimiento de dos nuevas crías en el Parque Nacional.

Días atrás se confirmó la noticia del nacimiento de dos nuevos cachorros yaguaretés en el Parque Nacional El Impenetrable, un suceso fundamental y una noticia muy auspiciosa teniendo en cuenta que se estima que en esta región existen solamente alrededor de 20 ejemplares. Quiyoc y Overo, las dos nuevas crías, son el fruto de la segunda unión entre Tania, una yaguareté de cautiverio, y Qaramta, uno de los pocos yaguaretés silvestres que camina libre por los montes de este Parque. Es valioso recordar que Takajay y Nalá, los dos cachorros de la primera junta de ambos yaguaretés, ya viven en corrales independientes y continúan creciendo saludables hasta que puedan ser liberados. Respecto a los nuevos nacimientos, la Fundación Rewilding Argentina, encargada de llevar a cabo este proyecto de reintroducción, como así también el de varias otras especies más en el norte argentino, indicó que Tania dio a luz a tres bebés, pero que finalmente quedaron dos tras el fallecimiento de uno de ellos, algo que suele suceder en la naturaleza.

“Los cachorros nacieron el 2 de febrero, recién pudimos entrar al recinto donde se encuentran unos nueve días después. La madre es muy sobreprotectora y estuvo todos estos días sin comer para quedarse a cuidarlos. Es una conducta bastante habitual que vemos durante los primeros días de nacimiento en los yaguaretés. Los cachorros están muy bien. Nacieron tres, lo cual es muy inusual porque suelen ser dos. Uno estaba muy pequeño, se fue quedando atrás, era más débil y terminó muriendo. Los otros dos están creciendo muy bien, muy saludables. Cada cuatro o cinco días entramos al recinto, encerramos a la madre en un área de manejo, y le cambiamos la memoria a las cámaras trampa”, le comentó a diario Hoy Gerardo Cerón, coordinador de conservación del proyecto El Impenetrable de la Fundación.

De esta manera, cuando cumplan 40 días aproximadamente, los cachorros serán trasladados a Iberá, a la Isla San Alonso, lugar donde también se está reintroduciendo esta especie y existen varios corrales de presuelta. “Serán criados junto a su madre, quien les enseñará a cazar y se evitará que asocien al humano como el proveedor de alimento. Una vez que alcancen los dos años y medio volverán al Impenetrable, estarán unos meses y serán liberados en el Parque. Será a esta edad porque necesitamos que les termine de crecer el cuello para poder liberarlos con collares satelitales y poder, después, seguirlos y protegerlos; aprender de ellos de la mejor manera posible”, agregó el especialista.

Al día de hoy, Qaramta ya logró engendrar a siete yaguaretés gracias a estas acciones de manejo activo de grandes felinos, como cruzar una hembra de cautiverio con un macho silvestre, algo que aseguran que nunca se había hecho en el mundo. Al no haber registros de hembras en el Chaco argentino, la única posibilidad de perpetuar los genes de este macho es llevando hembras de cautiverio a la zona.

“Los proyectos de reintroducción vienen avanzando muy bien. En Iberá, hay un número importante de ejemplares libres, los últimos conteos superan los 14 individuos, y están teniendo crías los cachorros que nacieron en libertad. Parques Nacionales ahora nos autorizó para construir un nuevo recinto en El Impenetrable, ya que la falta de estos hizo que llevemos a los cachorros a Iberá. Cuando esté finalizado, traeremos una hembra joven de origen paraguaya que esta en Iberá para que sea preñada y, cuando sus cachorros tengan tres o cuatro meses de edad, sea liberada. La primera será ella o Nalá. Cuando estén ambas libres, vamos a liberar al macho Takajay para que la presencia de estas hembras libres ayude a anclarlo a la zona”, sostuvo Cerón.

“Cada cachorro que nace significa (estar) un paso más cerca de recuperar al yaguareté, tanto en Corrientes como en la región chaqueña, donde quedan menos de 20 ejemplares. A medida que vayamos generando núcleos, la población de a poco se irá recuperando. Hay mucho trabajo por hacer, pero hoy el yaguareté empieza a significar una posibilidad de ingresos económicos, de mejoras en la economía regional a través del ecoturismo. Cada vez es menos visto como un problema y más como una esperanza”, concluyó.

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