Descubren un planeta cercano a la Tierra que podría albergar vida

Bautizado como Ross 128 b, está a solo 11 años luz del Sistema Solar y orbita en torno a una estrella “tranquila”, más fría y débil que el Sol. El especialista del Conicet Rodrigo Díaz participó del hallazgo

Semanas atrás, el reconocido físico Stephen Hawking vaticinó que en apenas 600 años el mundo que habitamos arderá en una bola de fuego. La opción más viable para evitar la extinción, sugerida por el propio científico, será colonizar otro planeta, “ir audazmente a donde nadie ha ido antes”.

Y es en esa búsqueda de vida más allá de la Tierra que el ser humano hace denodados esfuerzos. Ayer se volvió a dar muestras de esto con el hallazgo publicado por la revista especializada Astronomy & Astrophysics: un equipo europeo logró dar con un nuevo planeta extrasolar de masa similar a la de la Tierra a solo 11 años luz del Sistema Solar. 

Bautizado como Ross 128 b, orbita en torno a una estrella enana roja denominada Ross 128, mucho menos masiva que el Sol y, por lo tanto, más fría y débil.

La temperatura de equilibrio estimada para Ross 128 b está entre -60 ºC y 20 ºC, lo que lo convierte en un planeta templado. Por esto, los especialistas que participaron del estudio, entre ellos el investigador adjunto del Conicet en el Instituto de Astronomía y Física del Espacio, Rodrigo Díaz, aseguran que podría tratarse del más cercano a la Tierra en el que podría hallarse vida. Puntualmente porque al orbitar en torno a una estrella relativamente débil y fría se colocaría en el umbral de la “zona de habitabilidad”, con posibilidad de albergar agua líquida en su superficie. 

No obstante, Díaz fue prudente y explicó que solo desarrollando un modelo que permita conocer la temperatura de la superficie del planeta “podríamos confirmar si es efectivamente habitable. Por lo que sabemos hasta ahora, estaría justo en el límite”.

La cercanía de Ross 128 b respecto del Sistema Solar es una de sus ventajas, ya que futuras investigaciones permitirían revelar datos sobre su atmósfera, los cuales hoy resultan inaccesibles.

El nuevo planeta extrasolar fue detectado mediante el sistema de velocidades radiales, que toma en cuenta el movimiento que los planetas producen en sus estrellas. De hecho, el seguimiento de estrellas enanas rojas se ha convertido en un buen atajo para poder encontrar exoplanetas de baja masa, ya que resulta más fácil detectar cuerpos similares a la Tierra alrededor de estrellas de poco volumen que en torno a aquellas similares al Sol.

Hasta el momento, los investigadores no tienen indicios sobre la posibilidad de que haya otros planetas en torno a Ross 128, pero tampoco descartan que aparezcan en futuras observaciones.

Noticias Relacionadas