Le salvó la vida a un pasajero de 17 años en Ensenada
El chofer de la línea 275 que se convirtió en héroe tras rescatar a un adolescente
Se trata de Maximiliano Álvarez, un vecino de Punta Lara que, al advertir la descompensación de un pasajero de 17 años, lo socorrió y desvió el recorrido del micro para salvarle la vida
La mañana del martes había empezado como cualquier otra para Maximiliano Álvarez, de 36 años. Se despertó a las 4.15, tomó unos mates y a las 5.15 ya estaba conduciendo el micro de la línea 275, al igual que todos los días desde hace más de 15 años. Cerca de las 7, en la esquina de Bossinga y Brasil, en Ensenada, mientras una decena de jóvenes bajaban por la puerta trasera para asistir al colegio, Brandon Millán, de 17 años, se descompensó.
Tras unos segundos de inconsciencia, el adolescente se despertó. Parecía avergonzado y se rehusó a aceptar la ayuda del chofer que quería llevarlo al hospital. Decidió bajar de la unidad por sus propios medios. “Me dijo que se iba a quedar sentado en el cordón hasta que se le pasara. Lo observé unos segundos y vi que se desplomó sobre el pasto con los ojos abiertos”, explicó Maximiliano.
Sin importarle otra cosa que la salud del chico, el hombre bajó del micro desesperado, alzó al joven, y lo llevó de urgencia hasta el Hospital Horacio Cestino. En la misión, lo acompañaron tres mujeres que contuvieron a Brandon mientras Maximiliano intentaba llegar lo antes posible al nosocomio de Ensenada.
En la guardia, con su instinto paternal, bajó al joven a upa, lo acostó en una camilla y, mientras los médicos lo atendían, fue hasta el kiosco para comprarle un alfajor y un yogurt. “Le había bajado mucho la presión y le llevé algo para que levante rápido”, dijo con naturalidad este chofer que se vistió de héroe.
Una vez que constató que Brandon estaba en buenas manos y fuera de peligro, completó su jornada de trabajo y volvió a su casa. Luego de almorzar, se dispuso a dormir la siesta, sin saber que en las redes sociales su increíble historia se estaba viralizando.
Romina Millán, la madre del adolescente, publicó en Facebook: “Este chofer no dudó en cortar su recorrido para llevar a mi hijo al hospital y quedarse con él hasta que llegué. Es un ejemplo de persona, un genio. Te voy a estar agradecida de por vida, que Dios te bendiga siempre”.
Su noble gesto le valió el orgullo de sus tres hijos de 5, 12 y 16 años, y sobre todo el de su esposa, Andrea Artaza, quien lo acompaña desde hace 17 años. Después de este acontecimiento, Andrea confesó que le cebó mates a su marido en la cama. “Me llenó el pecho de orgullo, me dieron ganas de llorar de la emoción. Él es así con todo el mundo, y que la gente lo reconozca es muy lindo. Solo actuó como el buen padre que es”, concluyó su esposa.