El consumo de mate ayuda para disminuir la migraña
Un estudio realizado en la Universidad de Misiones determinó que el magnesio de la yerba es totalmente saludable para los que sufren dolores de cabeza
Una investigación, llamada “Evaluación de la Biodisponibilidad de magnesio en una población con consumo de yerba mate”, coordinada por la doctora Alicia Maskin de Jensen, de la Universidad Nacional de Misiones (Unam), con el respaldo del Instituto Nacional de la Yerba Mate (Inym), en Argentina cobró relevancia en las últimas horas ya que el consumo de esta tradicional ingesta de nuestro país, podría ayudar a luchar contra la migraña.
“La yerba es rica naturalmente en magnesio, y nuestro equipo de investigación, le agregó un extracto de ese mineral, preparado por el Laboratorio de Yerba de la Facultad de Ciencias Exactas, Químicas y Naturales, entrampado para suprimir su sabor desagradable”, explicó la doctora Jensen a Hoy. “Ese preparado consumido por un grupo de individuos sanos voluntarios, a quienes en estos últimos seis meses hicimos un seguimiento y lo comparamos con otros grupos de voluntarios que consumen yerba, pero sin magnesio”.
Investigación con resultados alentadores
Los primeros resultados son muy alentadores. “En el transcurso del desarrollo del proyecto, obtuvimos que los niveles de magnesio sérico de los individuos estudiados, luego de la ingesta de yerba mate fortificada, aumentaron durante los dos primeros meses y disminuyeron al finalizar el estudio; los individuos hipomagnesémicos fortificados aumentaron en su mayor proporción los niveles de magnesio sérico en todos los períodos de estudio. Los que padecían migrañas, disminuyeron sus episodios, y algunos incluso manifestaron la desaparición de los síntomas”, dijo la doctora. “Pero además, hemos evidenciado que quienes consumieron mate fortificado con magnesio han registrado un aumento del tránsito intestinal, lo que significó un beneficio para las personas constipadas y también un aumento del metabolismo, lo que repercute en más energía y mayor dinamismo”. Otro de los efectos identificados hasta el momento fue “mayor tersura en la piel y menos acné en quienes padecían esta afección”.
Hasta la fecha se han desarrollado dos etapas completas de las cuatro planteadas con una duración total del proyecto de dos años. En la actualidad se encuentra en desarrollo la tercera etapa. En la primera, se logró la obtención de la población control con evaluación de la ingesta energética y de magnesio; y la determinación de magnesio en sangre para evaluar actualmente los niveles bajos de magnesio en la población a estudiar. En la segunda y la tercera, la extracción de sangre y la evaluación de la ingesta.