El pulpo vuelve al Museo

Uno de los objetos más característicos de la sala de invertebrados vuelve a ser exhibido. Es parte de la memoria colectiva de los visitantes de la institución

La tradicional maqueta del pulpo de 5 metros de diámetro, que durante décadas permaneció suspendida del techo de la sala de Zoología de invertebrados del Museo, vuelve a ser exhibida. Nuevamente se lucirá junto a ejemplares de esponjas, corales, moluscos, equinodermos, helmintos parásitos, crustáceos, miriápodos, arácnidos y anélidos, entre otros.

La precisión con la que fue diseñado y construido originalmente permite a los visitantes reconocer la majestuosidad de estos moluscos marinos. 

“La maqueta representa fielmente las características externas de los pulpos. Según el registro fotográfico, está en el Museo desde 1920. El paso de los años provocó un deterioro en los materiales que la componen”, explicaron las autoridades de la institución, y agregaron: “El pulpo fue restaurado minu­ciosamente durante meses por el profesor Gabriel Grasso, maquetista y museó­logo, en coordinación con el área de Conservación y Exhibición del Museo de La Plata”, agregaron.

Datos técnicos

“Las partes más dañadas eran las extremidades de los tentáculos, algunos estaban quebrados y a otros les faltaban partes”, indicó el  Grasso. 

La maqueta, originaria de Inglaterra, se divide en dos partes: el cuerpo propiamente dicho y los tentáculos, que se insertan en el mismo. El cuerpo central mide 2 metros de diámetro y con los tentáculos colocados suma 5 metros. Estos se acoplan al cuerpo principal por medio de un sistema de encastre. Una estructura de cables de acero, madera dura, capas de cartón y pegamento terminan dando forma y resistencia al ejemplar. Finalmente, una cubierta de yeso modela las ventosas. 

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