Emotivo cierre del ciclo lectivo en la escuela de Villa Elvira incendiada

Tras el siniestro ocurrido en octubre en la Primaria nº 23, ayer los alumnos despidieron el año en la calle. Expectativa por las obras de reconstrucción, que estarían finalizadas en la segunda mitad de 2018

Para el año que viene deseo volver a mi escuela”, dijo a diario Hoy Valentina Latorre, de 8 años, quien acaba de pasar a 4º grado en la Primaria nº 23 de Villa Elvira. Es que a fines de octubre un fatídico incendio destruyó por completo las instalaciones de su colegio, al que asisten 475 chicos. 

Pero eso no los detuvo. Con predisposición y un amplio sentido de pertenencia y solidaridad, la comunidad educativa de Villa Elvira logró lo que parecía imposible: limpiar la escuela, realizar festivales solidarios para solventar las necesidades de la cooperadora y hasta hacer posible el sueño de los alumnos de 6º grado de conocer el mar. A su vez, consiguieron algo aún más importante: con ayuda de otra comunidad educativa y la mediación del Ministerio de Educación bonaerense, se logró que los niños y niñas que asisten a esta primaria fueran reubicados en el Colegio Santa María de los Ángeles y no perdieran ni 48 horas de clase. 

Ayer, en un emotivo acto realizado en la calle lateral de la escuela, debido a que su salón se incendió, más de 500 personas, entre directivos, padres, maestros, auxiliares y alumnos, despidieron un año que les dejó muchos aprendizajes. “Nos hicimos conocidos por lo que nos pasó”, expresó a este medio la directora de la Primaria nº 23, Ileana Escudero, y a su vez remarcó: “Pero gracias a eso pudimos demostrar de lo que es capaz la escuela pública, que se levanta, se organiza y sigue cumpliendo su principal objetivo: la educación”. 

En ese sentido, Matilde Araujo, mamá del abanderado de la Bandera de la Provincia de Buenos Aires, contó a este diario: “Acá todos trabajamos para salir adelante. Nosotras, las mamás, dirigimos el tránsito por la mañana para que los micros pudieran entrar a buscar a los chicos”. Sucede que la continuidad de las clases de los alumnos se dio durante estos dos meses en el Santa María de los Ángeles, que está ubicado a más de 30 cuadras de allí, por lo que ocho micros se dispusieron todos los días para el traslado hacia ese establecimiento.

Por su parte, el profesor de música Gabriel Luques también comentó que, a pesar de que él solo asiste dos horas por semana a dictar clases, el sentido de comunidad es muy fuerte y afirmó que “estar presentes es una de las maneras de hacer visible la problemática de la 23”.

El martes, por otra parte, se realizó el acto de egreso de la Primaria nº 23 y las condiciones climáticas adversas opacaron la felicidad de los más de 40 estudiantes de 6º grado que terminaron este ciclo. Así, la entrega de medallas se dio en medio de la lluvia y la desazón. “Fue my triste para los chicos despedirse de esa forma, todos amontonados, los padres mojándose, los carteles que se volaban”, relató a este medio Eduardo Latorre, papá de una egresada. “Los chicos se merecen todo, una escuela propia, diligencia y compromiso por parte de los gobiernos”, afirmó.

Con las esperanzas en septiembre del año entrante

Por el escenario montado ayer en plena calle 601 pasaron varias de las personas que fueron claves en la recuperación de la comunidad. De hecho, las autoridades del Colegio Santa María y el propio párroco de la institución, Padre Rubén Marquioni, estuvieron presentes y recibieron una mención especial por parte de la 23. 

Pero quizá lo más esperado por parte de padres y niños fue la novedad anunciada por la directora. “Se aprobó un proyecto consistente en la reconstrucción de la parte quemada de la escuela y la construcción de un ala nueva en el piso superior con tres aulas, una dirección y baños nuevos”, comunicó Escudero, y además agregó que el fin de la obra está previsto para septiembre de 2018. 

En ese sentido, Silvia Cardarelli, inspectora jefe de la Región I, expresó que el 19 de febrero se darán precisiones sobre dónde comenzarán a cursar los chicos el ciclo lectivo entrante. “Vamos a trabajar fuertemente para que la escuela siga funcionando en el mejor lugar, mientras se construye esto”, expresó. Por su parte, la directora concluyó: “Donde estemos seguiremos siendo la escuela 23”. 

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