Entre el olvido del casco y el olvido de la vida

a ciudad se prepara para una etapa de formación vial, previa a las nuevas exigencias de Control Urbano. Diario Hoy aceleró sobre un tema que ha puesto a los motociclistas primeros en la lista negra de los siniestros viales. Mientras, en el aspecto legal, se oyen otros reclamos  

Ayer, sobre Diagonal 74, un hombre en una moto de gran cilindrada esperaba el verde del semáforo que da paso hacia Plaza Moreno, empuñando el acelerador y echando humo por un caño de escape semejante a una escopeta. De pronto se vió sorprendido por un periodista de Hoy. 

-Disculpe, ¿no usa casco?

-Me lo olvidé (resopló, sonriente, con un peinado moderno, y algo aliviado porque quien lo interrumpía no era un agente de control urbano). ¡Me lo olvidé hoy! (se justificó). 

-¿Para usted es molesto el casco?

-No, para nada. Te acostumbrás.

Con la prisa de sus 30 años, se perdió en el mediodía de una de las ciudades con mayor parque automotor, donde se viene un gran desafío para el nuevo Subsecretario de Convivencia y Control Ciudadano municipal, Roberto Di Grazia, quien reconoció que “gran cantidad de motos que secuestramos fue porque no llevaban el casco”. El funcionario aseguró que en breve empezarán a producirse cambios respecto al sistema de infracciones. “La mala costumbre se da sobre todo en cierta edad cuando compran la moto, les gusta que los vean, pero no pueden ver los riesgos”, agregó. 

En los hospitales están los indicios de las duras consecuencias para los motociclistas, el poco respeto por uno mismo y por la vida, además de la escasa importancia a las leyes de tránsito. El Dr. Guillermo Ferrandi, jefe de servicio de traumatología y ortopedia, describió lo que se ve en las Guardias: “Muchos jóvenes ingresan traumatizados, con serias lesiones en la cabeza, dado que usan el casco en el codo. Los cascos fueron ideados justamente para que vayan en la cabeza. Así se puede prevenir no solo un fuerte traumatismo de cráneo, sino la muerte”.

Mario Fregossi, un especialista platense en distintos temas de seguridad, ilustró a Hoy que “en las estaciones de servicio hay carteles que dicen ‘si no tenés casco, no te cargo combustible’…, pero les cargan igual, cuando esa frase partió incluso de una ordenanza”. Quien recorrió el país siendo un observador del triste fenómeno vial, agregó: “el casco, si bien produce un aislamiento, debe ser utilizado siempre, porque arriba de una moto soy yo el paragolpe. Pero insistiré con algo: más que el caso, el tema fundamental es la velocidad”. En estos años Fregossi hizo un seguimiento estadístico y obtuvo este número promedio en La Plata: “25 incidentes diarios” (número que incluye las caídas donde el conductor se levanta solo).

Hacia un nuevo modelo

Las secuelas son a veces irrecuperables, además de las lesiones en miembros superiores e inferiores, y con consecuencias para terceros inocentes. Existen casos alevosos, como se observó más de una vez a cinco viajeros de una misma familia ¡en la misma moto!: papá al volante, hijo mayor delante suyo, otros dos por detrás, y cerrando filas la mamá.

Un antecedente eficaz para tener presente es el del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. El propio Di  Gracia aseguró que “vamos hacia ese modelo”, que dio resultado en el mundo porteño. Cabe señalar que en 2009 se inició el “Plan Cambio de Conductas y Cascos”, una campaña de intercambio de cascos. Los motociclistas canjearon el casco viejo, dañado o no homologado por uno nuevo gratis, otorgado por el Gobierno. Cada uno de los usuarios recibió previamente un curso de seguridad vial y manejo seguro dictado por expertos, y se reforzó el conocimiento de las reglamentaciones de tránsito y la promoción del respeto de normas de convivencia en la calle.

“El conductor debe cumplir, pero debe haber seguros adecuados a la realidad”

Por el  Dr. Guillermo Guglielmetti (Abogado, especialista en Accidentología Vial)

Hay dos aristas para analizar. Por un lado, la conciencia humana, y en segundo lugar, las compañías de seguro. Porque si no uso casco, soy yo el que me perjudico. Y si estoy conduciendo una moto y no le hago llevar el casco al de atrás, la responsabilidad es más grande porque le puedo originar una lesión gravísima.
El tema más complejo es el de las aseguradoras, quienes son las que más bregan para que este tipo de conductas sean penadas por los municipios de cada jurisdicción, ante la inminencia de choques y lesiones graves que les ocasionen pagos de indemnizaciones cuantiosas.
Que la moto lleve casco es parte de las reglas impuestas por la ley de tránsito en sí, que hay que hacerlas cumplir a rajatablas e imponiendo controles. Pero también se deberían controlar las coberturas de los seguros, porque no es posible concebir que se permita emitir una póliza con una cobertura que contenga un capital asegurado por debajo de la realidad, que desde el vamos ya se sabe que solo puede cubrir un riesgo muy menor.  Por ejemplo, no es posible que un remisse se lance a la calle con un seguro que cubre riesgos ocasionados a terceros con una cobertura de 30 o 40 mil pesos porque si embiste a un motociclista, a un peatón, o a otro vehículo y les ocasiona lesiones, evidentemente con esa cantidad de dinero asegurada no va a cubrir nada, y el fin social de la ley de seguros no se cumple. En definitiva, ese conductor de un auto de alquiler estará legalmente asegurado, pero no cumplirá dicho seguro de su rodado un fin social. Esa persona sabe de antemano que ante un riesgo grave, moralmente no va a poder cumplir con su seguro. Ello debe corregirse, no es posible permitir que se contraten pólizas que burlen a las víctimas de accidentes. Es necesario legislar esto en forma urgente a fines de evitar situaciones sumamente disvaliosas para las víctimas de un accidente. Pongamos un ejemplo un conductor de una moto que en Navidad de hace varios años fue atropellado violentamente por un remisse en la avenida 1 y 63 de La Plata. Se trataba de un soldado qujien conducia la moto, sufrio heridas gravísimas, estuvo internado por mas de ocho meses, y habiendo ganado el juicio en la Cámara de Apelaciones, la condena de la aseguradora Liderar no es más que de $ 40.000 dado el limite de cobertura. Hoy en dia el juicio se encuentra en la Suprema Corte de Justicial. Este tipo de excesos son los que hay que evitar.”

(*) Abogado UNLP, especialista en accidentología vial y en daños y perjuicios.