Ciencia

Estudian la dieta de los romanos en los restos humanos del Vesubio

El análisis de los huesos de las víctimas en el pueblo Herculano señala que había una alimentación diferenciada por sexos. Las mujeres comían más carne, frutas y verduras, y los hombres ingerían más pescado.

Las ruinas y los restos de Pompeya y Herculano son la fotografía imposible de un momento histórico: la erupción del volcán Vesubio en el año 79 d.C. La explosión fue tan repentina que la ceniza volcánica atrapó a muchos habitantes de la región en sus hogares, haciendo las tareas cotidianas de aquel período del Imperio Romano. Ahora, un flamante estudio científico sobre los huesos de las víctimas ha revelado en detalle la dieta de los antiguos romanos. Si bien el testimonio de algunos escritos y mosaicos hacía suponer que gran parte de la dieta mediterránea actual proviene de la época romana, el análisis óseo es una evidencia directa y llena de detalles.

“Los restos de los que perecieron en Herculano en el año 79 d.C. ofrecen una oportunidad única para examinar los estilos de vida de una antigua comunidad que vivió y murió junta”, dice Oliver Craig, uno de los autores principales del estudio. “Las fuentes históricas aluden a menudo a las diferencias en el acceso a los alimentos en la sociedad romana, pero rara vez proporcionan información directa o cuantitativa. Nosotros encontramos diferencias significativas en las proporciones de alimentos marinos y terrestres consumidos entre hombres y mujeres, lo que implica que el acceso a los alimentos estaba diferenciado según el género”.

Los investigadores, dirigidos por el equipo BioArCh de la Universidad de York, en Reino Unido, desarrollaron un nuevo enfoque para analizar los aminoácidos, los componentes básicos de las proteínas, de 17 esqueletos de adultos encontrados tras la erupción del Vesubio en el año 79 d.C. En total, se han excavado 340 individuos de la playa y de nueve fornici (bóvedas de piedra) adyacentes que corren paralelas a la orilla del mar en Herculano, cerca de Pompeya, donde la gente buscaba refugio del flujo piroclástico.

“Vimos que los hombres de Herculano consumían hasta un 50% más de su proteína de pescado y marisco que las mujeres”, dice Silvia Soncin, investigadora de la Universidad de York y la Universidad de Roma, y agregó: “Además, también tenían una proporción ligeramente mayor de proteínas de los cereales”. “Durante este tiempo, la mayoría de las (proteínas) que obtuvieron las mujeres provinieron de productos animales, vegetales y frutas de producción local”, afirma la profesional.

En los últimos años se ha estudiado el colágeno que queda en los restos óseos humanos para medir la presencia de carbono y nitrógeno, base de toda la materia viva. Las variaciones isotópicas de los dos elementos permiten saber si es de origen animal o vegetal (los isótopos son átomos del mismo elemento químico pero con diferente número de neutrones). Si bien el paso del tiempo, las causas de muerte o contaminación en el cementerio pueden invalidar los resultados del análisis isotópico, en esta ocasión la ceniza volcánica ha conservado todos los detalles de la dieta de los antiguos romanos atrapados allí.

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