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Expertos de la NASA identificaron cambios en el ciclo del agua

En un nuevo estudio, los científicos de la agencia espacial norteamericana utilizaron casi 20 años de observaciones para demostrar que el ciclo global del agua está cambiando de manera sin precedente.

En un reciente estudio, la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA) confirmó que el ciclo mundial del agua está experimentando cambios drásticos.

A través de casi dos décadas de recopilación de datos satelitales, los científicos identificaron alteraciones nunca antes vistas en el flujo y almacenamiento del agua en el planeta.

"Establecimos que la intervención humana en el ciclo global del agua es más significativa de lo que pensábamos", dijo en un comunicado Sujav Kumar, científico investigador del Centro de Vuelos Espaciales Goddard de la NASA y coautor de un estudio publicado en PNAS (Proceedings of the National Academy of Sciences).

Según precisaron los científicos, las prácticas de gestión del agua, como el diseño de infraestructura para inundaciones o el desarrollo de indicadores de sequía para sistemas de alerta temprana, a menudo se basan en suposiciones de que el ciclo del agua fluctúa solo dentro de un cierto rango,

"Esto puede que ya no sea cierto para algunas regiones", sostuvo Wanshu Nie, científico investigador del Goddard de la NASA y autor principal del artículo, y amplió: "Esperamos que esta investigación sirva como guía para mejorar la forma en que evaluamos la variabilidad de los recursos hídricos y planificamos la gestión sostenible de los recursos, especialmente en las zonas donde estos cambios son más significativos".

Los expertos de la agencia espacial estadounidense concluyen que las actividades humanas están impulsando los cambios más importantes en el ciclo del agua. Prácticas como la agricultura intensiva y la intervención industrial alteran los patrones naturales del flujo hídrico y afectan directamente el almacenamiento de agua subterránea.

Entre las principales transformaciones identificadas, sobresalen la reducción de las reservas de agua subterránea, la alteración de eventos climáticos extremos, como inundaciones más frecuentes, y variaciones en la estacionalidad, incluyendo temporadas de deshielo anticipado.