El locutor de “Titanes en el Ring”

“Extraño el aroma a tilo”

Jorge Bocacci recordó la época en que estudió en la “Escuela de Periodismo” antes de que le llegue la fama de la TV. Ayer estrenó un ciclo con la sobrina de Bonavena

Su voz particular resuena en las almas que se amontonaban frente a los televisores, cuando decía “es árbitro de este combate el señor William Boo…”

Con cuna en Lomas de Zamora, en los años 67, 68 y 69 tuvo un romance con La Plata, donde obtuvo la licenciatura en ciencias de la comunicación. Aún no era Facultad, sino Escuela.

“El primer año iba en tren, uno chiquito que salía de Temperley. Me cansé y alquilé una pensión, en la calle 35 y 3, justo a la vuelta estaba el Canal 2, y te puedo confirmar que la primera cara que salió al aire fue la mía…”

—¿Cómo fue eso, Jorge?

—Porque precisamente en esa pensión en la que tenía una habitación, habia un director de cámaras, Mario Strukel (fallecido), que me dijo una vez: “a ver Jorge, tenes que venir a ayudarme y prestar tu rostro para alinear las cámaras de TV y ecualizarlas.

La troupe de los Titanes arrasó en Canal 9. Debutó en marzo de 1962. Llevó su éxito dos veces al cine (1974 y 1984). Luego vinieron copias como Lucha Fuerte, 100% Lucha o Gladiadores del Ring. El “cerebro” fue Martín Karadagián. Y el suspenso entre cada pelea, tenía como imagen y  maestro de ceremonia a este hombre, tanguero de pura cepa, que sigue tomando un micrófono para hacer el deleite de los oyentes en cualquier ambito.

Ayer, sin ir más lejos, Bocacci estrenó un ciclo televisivo en Argentinísima Satelital, donde cada domingo -de 11.30 a 12.30- estará junto a la sobrina de Ringo Bonavena, “con musicales, humor y algo que está tan de moda, la cocina. El programa se llama La ventana de la fama”. Además, la radio es su llamador natural: trabaja en AM 770 (de 2 a 6 AM) y en la radio marplatense Atlántica, de 22 a 24, en “Bocacci a tango limpio”.

—¿Se siguen juntando los Titanes?

—Sí, con el Gitano Ivanoff, Sullivan, Chicho de Catanzaro, La Hormiga Negra. De tanto en tanto, algún festival solidario para chicos de barrios pobres.

—¿Cómo hace?

—No sé. Soy un mago que en cualquier momento desaparece (risas).

—¿Algo más recuerda de las diagonales?

—Extraño el aroma a tilo. Al estudiar de noche, abría la ventana y entraba. 

Iba a milonguear a La Cantina de Alito, cerca de la Estación. O algunas noches terminaba de estudiar a las 23 y me iba a milonguear. El bosque, el comedor universitario.

Antes de Bocacci, hubo relatos de Rodolfo Di Sarli y Carlos del Valle. Pero nadie como vos y tu voz, Jorge Bocacci. Anunciando el “Cortito” que engancharía el campeón sobre El Androide, o el invitado siempre molesto de “El hombre de la barra de hielo”.