Final feliz para Noah, que consiguió su silla de ruedas

Su abuelo decidió encadenarse ayer, en horas del mediodía, en la sede central de IOMA, para que las autoridades le brinden alguna solución.

Una historia de desidia, falta de empatía y solidaridad tuvo final feliz para Noah y su familia. Tras una lucha de un año, consiguieron la silla de ruedas que les corresponde.

Noah tiene dos años y sufre de parálisis cerebral. Necesitaba de­sesperadamente una silla postural acorde a sus necesidades. Pese a tener la obra social al día, IOMA no les dio respuesta durante un año, y en dos oportunidades se equivocaron de silla.

“La fisiatra de CRIA (Centro de Rehabilitación Infantil Ambulatoria) mandó un pedido a IOMA de una silla postural modelo Rodeo, con condiciones acordes a lo que él necesita.

Las presenté hace como un año, hasta que hace unos días me llamaron que estaba la autorización hecha y cuando voy a retirar el papel hablo con la ortopedia que licitó con IOMA y me entero que no es la silla que corresponde”, le había dicho a diario Hoy Daiana Ferlín, mamá de Noah, un mes atrás, cuando desde la entidad habían incurrido en el primer error.

Además, la madre del pequeño explicó a este medio: “La obra social licitó por una silla mucho más económica que no sirve para la postura del nene”. Sin embargo, luego del primer caso de negligencia y gracias a la Agrupación Solidaria Argentina, de excombatientes de Malvinas, Noah recibió una silla prestada para la espera de la que en realidad debería recibir.

Pero por segunda vez se volvieron a equivocar. “Volvieron a comprar mal la silla”, le dijo a diario Hoy Guillermo, el abuelo del chico, que indignado, se dirigió ayer hasta la casa central de la obra social, en 46 entre 12 y 13, para exigir explicaciones.

Mientras estaba encadenado, su hija junto a su nieto lo acompañaban. A causa del frío, estaban dentro de una camioneta estacionada en la puerta. Primero fue recibido por gente de la auditoría y volvió a ponerse las cadenas aguardando una resolución.

Con una sonrisa a casa

Tras permanecer un tiempo más entre las cadenas, Guillermo fue recibido por el Dr. Leandro Berna, vicepresidente de la obra social. Él los atendió y pidió disculpas en nombre de la entidad por la doble falla.

“Ya está comprada la silla, estábamos entrando a la oficina del vicepresidente y lo llamaron de una ortopedia de acá de La Plata. La semana que viene la tendríamos. Ya tuvimos la entrevista con la gente de la ortopedia y se entregaría en el instituto de rehabilitación”, expresó Guillermo, con otros ánimos, al salir de la reunión.

Noticias Relacionadas