Focos de COVID-19 a controlar en territorio bonaerense: Itatí y Ensenada
Buscarán que en las próximas dos semanas se releve casi la totalidad de los barrios populares.
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"Los planes son flexibles porque tienen que ver con los focos de coronavirus", dicen desde Provincia, donde respiran con cierto alivio por los logros en Villa Azul, extenso territorio repartido entre Quilmes y Avellaneda. La mayor preocupación está puesta en Itatí, donde intensificaron los trabajos de puerta a puerta.
La Provincia de Buenos Aires tiene 8.700 casos acumulados de coronavirus. De ese total, 115 se encuentran en terapia intensiva. Las muertes en el terriorio son de 277 casos. Los contagios en los barrios populares rozan los 1.600, un número que, reconocen en los pasillos, al momento es menor al esperado. Vale tener como referencia la Ciudad, donde los acumulados son 5.185 (fallecidos 49), siendo el Barrio 31 el mayor foco.
"Hay guardias constantes en Itatí y Ensenada, donde parece estar controlada la situación", señalaron desde Gobernación. En Quilmes los hisopados superan los 4.000 test, pero el trabajo fino es el puerta a puerta que realizan en compañía de las organizaciones sociales.
"Nos vemos con la posibilidad de hacer este aislamiento focalizado sobre las familias con casos positivos. Hacemos un control más exhaustivo para que puedan cumplir la cuarentena", dijo la intendenta Mayra Mendoza en relación a Villa Azul, que hoy parece estar en un segundo plano detrás de Itatí.
Los controles (que se realizan entre Gobernación e intendencias) se están llevando en todo el conurbano. Toma de temperatura, olfato y desinfección, son las claves del casa por casa que encabezan las organizaciones sociales.
Con cierto optimismo, se espera que para la semana próxima se aproxime en relevamientos a la totalidad de las villas, que en Provincia ascienden a unas 1.800.
En compañía, en distintos barrios populares del conurbano empezaron con trabajo de obras de agua que tenían atrasadas de hace años.
En esa línea, este punto fue acordado semanas atrás cuando el presidente Alberto Fernández recibió a referentes sociales, quienes pidieron que se reactiven las pequeñas obras barriales para lentamente generer un círculo económico en los interiores de las villas.