Fotografías de productos, el boom de la pandemia

Utilizada en el comercio electrónico, creció para potenciar las ventas en tiempo de redes y de emprendimientos familiares, que optaron por esta actividad para reinventarse y permanecer de pie ante la crisis.

En tiempo de redes y emprendimientos, la fotografía de productos fue una de las profesiones que se hicieron
fuertes en medio de la pandemia, situación que obligó a que todo se transformara de manera virtual.

Germán Gómez Bustos tiene 35 años y es fotógrafo publicitario, se dedica a imágenes relacionadas con moda y alimentos. En el mes de marzo, cuando se declaró el aislamiento, se encontraba trabajando en Medellín.
“Se cortó el laburo el 13 de marzo. En ese período volví a Argentina. Cuando se empezó a reactivar la situación, gran parte del comercio pasó a ser online. La gente necesita vender, necesita sacar fotos”, le contó a diario Hoy.

“Todo lo que es tienda física pasó a ser online. Se activaron mucho los cursos para fotografía de productos, para fotografiar alimentos. Mucha gente pasó a vender comidas, a hacer desayunos, empanadas, pizzas, sushi y demás. Tienen que hacer las fotografías desde sus casas”, afirmó.

Los presupuestos varían, muchos no tienen el dinero para pagar un fotógrafo, por lo que tuvieron que ingeniárselas con celulares o invertir en cursos. Sin embargo, muchos otros decidieron optar por llamar a un profesional, por lo que el trabajo, de a poco, fue creciendo.

Delfina Piergentili es licenciada en Administración y hace seis años que se dedica a la fotografía de ­productos. “Yo tengo dos emprendimientos. Uno es de fotografía infantil, y el otro, de fotoproducto, en el cual uno mis dos profesiones, marketing más fotografía”, le expresó la joven a este multimedio.

Sobre el aumento de trabajo en estos meses, sostuvo: “El último tiempo sí, ha crecido. Obviamente que sufrí el parate de estos tres meses, pero, ni bien se flexibilizó un poquito, empecé a realizar las sesiones. Primero me enviaban directamente los productos, algunos prefieren dejarme las cosas y después retirarlos. Mi estudio no es tan chico, así que hay lugar para que haya dos personas y podamos mantener la distancia. Aumentó tanto el trabajo como la demanda”.
La muchacha, que además maneja redes de emprendedores y realiza asesorías, remarcó que muchos colegas, al no poder dedicarse a los eventos, se volcaron a esta actividad.

“El rubro gastronómico creció mucho en cuanto a fotos; por ahí, clientes que no se animaban o creían que no era necesario le dieron más importancia al tema de tener una buena imagen en sus redes”, señaló Delfina, y agregó: “Ojalá que siga así y la gente le siga dando importancia. No es lo mismo sacar con el celular, se nota muchísimo”.

Viviana Beltrán también es ­fotógrafa hace seis años y su especialidad es la moda, donde también hay fotoproducto. La profesional, que se tuvo que adaptar a las nuevas normas, realiza fotomodelaje a través de Zoom.

“Es cierto que el fotoproducto aumentó por el asunto de ventas en aplicaciones, como también por redes sociales. El fotomodelaje salió con la pandemia porque no se podía estar en contacto con gente. Yo trabajo mucho con modelos, entonces me empezaron a llamar de agencias para hacer fotos a través de Zoom, de Whatsapp y videollamadas”, detalló.

A su vez, la mujer contó que la han llamado para tomar imágenes de propiedades. “Las inmobiliarias no podían mostrar los departamentos, y entonces empezaron a pagar a los fotógrafos”, cerró Viviana.

Por el momento, quienes se mueven en este ámbito desconocen qué puede llegar a ocurrir, pero lo que es seguro, por la demanda, es que por algún tiempo la actividad seguirá creciendo.

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