Gualeguaychú ya no tendrá más reinas de belleza

Con la intención de luchar contra la cosificación de la mujer, esa ciudad decidió cancelar los concursos para elegir a las reinas del turismo y de los corsos populares. En reemplazo se designarán “representantes culturales”, hombres o mujeres

Por decisión del intendente Martín Piaggio, en Gualeguaychú se cancelaron los concursos para elegir a las reinas del turismo y de los corsos populares. Desde un comunicado oficial se anunció: “La iniciativa apunta a evitar la cosificación y la creación de estereotipos de mujer, en el marco de la lucha contra la violencia de género”.

En reemplazo de este tradicional concurso, se designará a “representantes culturales”, que podrán ser tanto hombres como mujeres. La nueva modalidad representa un reconocimiento a dos ciudadanos de la localidad entrerriana, destacados por su trayectoria, por su sensibilidad social, por su cultura general y por el conocimiento de la ciudad. En consonancia con esta decisión, a partir de 2017 en lugar de realizar la histórica elección de la reina, en este evento se entregará el Premio Rony, que “premiará la alegría y la cultura carnavalera”. Se aclaró que este galardón no es excluyente para mujeres.

En relación a la temática, Piaggio dijo: “En este tipo de concursos de elección de reina se alimenta una imagen de la mujer como objeto, cosificada por la mirada social. Además, se imparten criterios de belleza ligados a la cultura occidental en detrimento de otras culturas y se pondera como deseable la delgadez y la eterna juventud y se margina con estos sentidos las luchas por el respeto y por la igualdad de la mujer.” 

El comunicado que anuncia la finalización de este tipo de certámenes destaca que “presentar al cuerpo de la mujer como principal atracción en concursos de belleza, resulta una práctica extendida y naturalizada como estrategia de promoción turística que, además, colisiona con la letra de la Ley 26.485 de protección integral a las mujeres, que define a la violencia simbólica como la que a través de patrones estereotipados, mensajes, valores, íconos o signos transmita y reproduzca dominación, desigualdad y discriminación en las relaciones sociales, naturalizando la subordinación de la mujer en la sociedad”.

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