Histórico: la sonda Rosetta intentará aterrizar sobre un cometa

La nave europea, que hace diez años que fue enviada al espacio, intentará aterrizar sobre el cometa liberando un módulo. La maniobra de alto riesgo no se ha intentado jamás

En una de las misiones espaciales más importantes de la historia, el próximo miércoles, si todo marcha como está previsto, la nave europea Rosetta liberará un pequeño módulo que llevará a cabo el primer aterrizaje de la historia sobre la superficie de un cometa.

La nave, diseñada y operada por la Agencia Espacial Europea (ESA), hace diez años que fue enviada al espacio. Ahora, liberará un módulo para intentar la maniobra de alto riesgo que nunca antes se había probado sobre la superficie de un cometa.

La misión empezó a proyectarse hace más de veinte años, y hace diez, el 2 de marzo de 2004, fue lanzada al espacio. Desde entonces, la nave ha recorrido más de 6.200 millones de kilómetros hasta alcanzar su destino, el pasado mes de septiembre.

El cometa no se encuentra tan lejos, y está ahora entre las órbitas de Marte y Júpiter, a unos 550 millones de kilómetros del planeta Tierra. Pero para alcanzarlo, Rosetta ha tenido que dar un rodeo y tomar el impulso necesario dando primero cinco vueltas completas al Sol y haciendo después varias «pasadas» por Marte y la Tierra, utilizando sus gravedades para impulsarse como si fueran hondas gigantescas.

Una década, pues, es lo que ha tardado Rosetta en alcanzar el cometa 67P/ Churyumov-Gerasimenko. Diez años de los cuales ha permanecido más de dos (957 días) en estado de hibernación, para ahorrar energía durante su largo viaje.

Los técnicos de la ESA despertaron a Rosetta el pasado agosto, justo a tiempo para prepararla para la fase más delicada de la misión: ponerse a la altura del cometa y navegar a su lado, igualando el paso, a apenas un puñado de kilómetros de distancia de su inestable superficie.

Desde ese momento y hasta ahora, Rosetta ha ido recopilando datos precisos acerca de la composición, la densidad y la gravedad del cometa, y elaborando detallados mapas de su superficie para el aterrizaje. Todo está por verse.

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